orque la realidad estaba muy lejos de ser él y yo, aún podría definír muy bien en aquella habi
a más que perder ... Lo único que quería en ese momento fue cerrar los ojos e imaginar cuando todo estaba bien. Un rico olor a café recién hecho por mi madre, mi adorable padre y hermano sentados en aquella mesa de mármol color rojo, mientras mi hermano tomaba café y mi padre leía el periódico de la mañana.. Y yo bajando con pasos lentos por las escaleras, para cerrarle los ojos, y luego depositar un beso en su mejilla, más al rato se oiría el timbre sonar dándome a entender que era mi mejor amigo Dylan Stheim, con una bolsa llena de pan de zanahorias, yendo por aquella vereda vieja y abandonada, riéndonos sin miedo a ser escuchados, que llegando al colegio nos encontraríamos con la preciosa pelirroja de Melani Roche, la novia de Dylan, a lo lejos se podría ver al raro y hermoso chico llamado Konorth Achar, literalmente hablando mi crush, en un momento dado me llego a gustar tanto, pensado que el sentía lo mismo me declaré, pero por alguna razón me dijo que el y yo no podríamos salir... Cerré los ojos más fuertes, tratando de mantenerme viva en ese recuerdo que en algún momento me llego a parecer lo