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a ahora era tener la graduación y disfrutar de las vacaciones, para luego volver ala vida de los estudiantes responsables que aparentábamos ser. De hecho no teníamos claro que queríamos estudiar, ni en que universidad ir, pero lo único que sabíamos que sería en la misma universidad en donde iríamos, por una de las reglas de mejores amigos eran nunca abandonar al otro ni en los peores momentos. -¿Te sientes bien? -No sé, de pronto sentí unos mareos- dije mientras me tocaba la cabeza. -Ven siéntate aquí- me toma de los brazos -Vi algo extraño Dylan, un hombre vestido de negro y una cruz en manos allí-señale el dirección de la mesada -Ha de ser porque aún no hemos comido nada, y deberíamos dejar de ver tantas películas, ya empiezas a alucinar. -NO DYLAN!¡ LO VI, ERA REAL- grite desesperada. -Ok preciosa, pero recuéstate te traeré algo de comer. -Oh por Dios, allí está de nuevo-dije levantándome con rapidez y señalando a la pared en donde se encontraba. -¿Enserio? Si es una broma para Karmin ,me asustas; llamaré a tus padres. Era lo único que logre escuchar, como si fueran solo ecos que llegaron a mis oídos, caí desvanecida cuando el hombre levantó la enorme cruz que traía en mano y golpeó el suelo provocando un gran iluminación que en un momento me segó la visión Desperté un poco desorientada, no sabía en donde me encontraba, pareciera que mi mente se había quedado en blanco, como si volviera a renacer, tarde unos segundo en adaptarme a la realidad, me removí un poco y note que mis padres estaban afuera en el pasillo, parecían que estaban discutiendo y lo raro fue que pudiera escuchar con claridad de lo que estaban hablando, estando a una distancia muy prudente. -Mira Pedro está sucediendo de nuevo, no podemos ocultarlo más, pasará lo mismo como Jeremy. -Entonces que hago yo, es mi hija también es la tuya pero tal parece que también se te ha olvido que lo eres. -Entiendo perfectamente que lo hice, pero esta apunto de cumplir los 18 y sabes lo que significa y sabes que es lo que significa para los Stheim. -Franchelye no me perturbes con tantas cosas ahora, al igual que tu tampoco se que hacer. -Deberíamos decirle la verdad ahora no antes que suceda algo peor que esto. -Sobre mi cadáver le contarás la verdad, encontraré una solución y si eso significa morirme al intento, créeme que lo haré, no dejaré que pase lo mismo que con Jeremy, no si puedo evitarlo esta vez. -No te atrevas a meter a Jeremy aquí esto es totalmente diferente no sé si te acuerdas de ese punto Pedro. -El baúl de los recuerdos Franchelye, debemos apresurarnos a encontrarlos. -Pedro escúchame ese baúl está perdido hace miles de años. ¿Qué te hace pensar que en dos meses lo encontrarás?. -No sé que hacer, tampoco de donde empezar a buscar, pero de lo único que estoy seguro es que lo encontraré. -Dime que sucederá si ellos lo encuentran primero, el baúl se ha perdido nadie sabe donde está. -No quiero imaginarme lo que harían los Stheim si lo encuentran, será un Apocalipsis, cientos de muertes de personas inocentes ocasionarán, debemos evitar. Me volví a hacer la dormida para oír lo que decían, pero no hubo más palabras, abrí los ojos y vi como se abrazaban. Pero de que estaban hablando, que era lo que no debía saber, que fue lo que sucedió en realidad con mi hermano Jeremy, no entendía nada de lo que estaba pasando y porqué metían a los Stheim, ellos nunca se llevaron bien y eso que vivían ala lado de nosotros, recuerdo que mis padres se molestaron bastante cuando se enteraron que la casa de al lado había sido comprado por una familia adinerada que se mudarían de Alaska. Era tan extraño que durante todo este tiempo se hubieran molestado tanto que Dylan y yo fuéramos amigos y que era ese baúl que los Stheim no podrían encontrar, porque hablando de siento de años, como si fuesen que ellos pertenecían a otra década, otro siglos como si fuesen VAMPIROS!!! Tenia tantas preguntas y ningunas respuestas, que paso de verdad con Jeremy y que estaba pasando conmigo, porque tenía alucinaciones de este tipo, nunca las