citado aqu
hora si aparento ser la secretaria mediocre qu
ir, nos vemos luego -con una hermosa sonrisa
sa torció la esq
i cuando sale de su boca. Su voz grave provoca
, s
su información -asiente
e que no lo deje ir, que tiene
a la cu
a me apresuro, apago mi ordenador, medio acomodo los documentos y guardo bajo llaves algunas cosa
e lo de ayer no
entra, ¡está escapando! Por instinto
cuchar y doy g
resente que dejo a mi am
re jadeos-, se me había o
de la
e mañana tengo que presentarme a primera hora porque algu
-pregunta llena
e lo peor, energúmeno y un niño de p
me cuenta de que puedo cometer un error, y
odian tanto?
esperando su respuesta y reacción-, detesta a los mediocres, y no es que me cons
ejas guiar por
ndes? Oh, no me di
jefe, es que tiene más aspecto de vendedor, que de dueño. No
atractivo y sensu
nas exageran y para no discutir Anne, qu
la palabra de la boc
a estoy siendo la
no puedo sentir esto, no cuando aye
ciosa. Esperando que las puertas se cerrara, él se acerca a mí-, ¿anoche no
ne cachonda y mi
eseo, todo mi cuerpo se tensó y absorbió ese
a sé tu nom
una sonr
mos y muy bien -me contempló con esos calientes ojos esmera
has
trago grueso al comprender todo-. Ahora comprendo, tienes los mismos... No,
vaden en la cabeza,
jugando con juego. ¡Se supone que solo era sexo de un
mpo
e supone que fue solo una vez, dejarse l
ca-, no te preocupes, que no soy un hombre
in embargo, no estoy
da, eso es lo menos que debería hacer, ya q
que es difícil de comprender
ando mis ojos se cruzan con sus penetran
fuerza, y, sin embargo, hay un pequeño indicio de sonrisa en las esquinas de sus labios perfectos. Se pasa la lengua por los dientes deba
ces, pero las coincid
lo? -tiemblo mientras trago saliva, sintiendo
sentí el calor ardiendo en mi rostro
de que me arre
e, apretando la mandí
rfectos están junto a los míos. Gimo mientras él me quita el aliento, besándome hambriento, feroz y exigente. Es u
tra mano se desliza hacia la parte baja de mi espalda, acercándome a él. Su lengua se burla de mis labios, y cuando giro la cabeza un poco y abro la boca para él, de repente, me está besando
chillo en su boca mientras él me levanta y me deja en el borde de su escritorio. Se mueve hacia mí, besándome ferozmente mientras sus manos agarran mi cintura con fuerza. Su boca cae hacia mi mandíbula, mord
rtas del ascensor se abren de par en par. Sus ojos salvajes y
da y tú debes tener mucho trabajo, por cierto,
mostrando sus dientes perfectos-. Hasta pr
se de mí; dejándome sin al
fue