rítmico y tranquilo, casi angelical. Flotar a la deriva sin nada de qué pre
me dirige. Mi cerebro está tan maltrecho por las drogas, que ya no confío en él. A veces pienso que así
o en mi sueño me doy cuenta de lo sola que estoy, lo suicidas que son mis actos y lo deplorable de m
pronto siento una sacudida q
i hermano me mira con lá
eas el príncipe azul cuan
como los mil demonios. Suelto un que
refiero
a, alcohólica, me autolesiono y estoy
a tan cogible como siempre, pero te juro que lo quise matar -el dolor aminora por momentos-. Ya superé a
do por qué. Lucas está con una expresión vacía, no refleja absolutamente un carajo, casi como un cadáver. Ajá, no f
ve sobredosi
, Viviana -Karim us
es j
ahorita. A mal paso, darle prisa. Me incorporo lo
formo dulcemente-. Tomaré una ducha y
escabullo hasta el baño. Apenas cierro la puerta y esto
os estás haci
tú mismo dijiste
e miró,
enfadado-. Dice que estabas haciendo el ridículo en un an
lpa de Lucas, su impresión me hizo distr
la regadera- ¿Al menos
ombrece y aparta la mirad
-clama con dolor-. Lo
pero que prefería pasar por alto para evitar agobio precoz, así que imaginarlo muerto es imposible. S
acía peleando con mi padre? Un hum
dice la