a barra, mis ojos
aban inclinados sobre la
irradiaban en oleadas. Rec
yo éramos indestr
e nadie había encontrado u
daba pena. No tenían ni
ro entonces me a
ho de q
ue funcionara no signifi
de fracaso. Tal vez esta
yo también, si alguna vez
tent
ne-. Sí, así e
mirad
a en serio. Pero eso signi
labras podrían s
es realme
mo mi herm
rto. Raq
mo hacía apenas dos días
a do
éramos seguir dis
la, la camarera volvió co
conversación que supuso
respirar p
gremente-. ¿En qué
spedida de
o, con aspecto pens
lo rubio, aunque no había
acia mi plato de patatas
día a las mujeres así. Un
ue se hinchar
Sophia, sus ojos se
me parece que es...-, su
labra adecuada-. Bar
rat
a más de lo que me gastaré
ulso de lanzar una
Sophia exactamente cuánt
a una. Quería que entend
. Pero sabía que no tenía
phia, así que me t
tamente-. ¿Qué
ocedió a pasar los
su despedida de soltera.
cuerdo como se llamaba. Y
se lanzó a describir la c
umpleaños d
interrumpí antes d
eliciosa comida de algui
uevo servici
a asi
fin de semana. Lo
probablemente tendríamos q
hia se encogió de h
rica pod
Mientras el fin de
fec
ar
e a Sarah desde hace dos
ntras miraba h
a al descubierto gran part
jo Sophia. Se sentó
también tiene
runciendo los labios
nimiento inicial. Mientra
esta de juguetes sexuales,
a del v
azón en pa
gun
rita dorada y me
salado al contacto con l
nvidia en la
-, dijo de repen
con cuidado de con
e la boda, mi opinión no er
ura, no tenía
la lencería-, me dij
oltera de tu amiga
né. Sophia son
con una risita en lo
juntas, ¿
de que ella pensar
idad. No soportaba a esta
lidado. Era maleducada, c
te descon
ápidamente-. Cono
ferencia entre ellos es
den
rovocate
adament
una de las marcas
va que dudaba mucho que
quince chicas en un f
¿Tienes una s
ia se
sat
iendo el ceño-. ¿Q
ita s
e los simples mortal
ieras-, le di
nte se
despedida de soltera y a
rarle a Sarah incluso el
r un préstamo pa
anizar el catering
an esfuerzo por mi parte.
r de su
tá?-, p
or, que
asintió. Sin perd
cuando la vi de pie cerc
un movimiento de garabato
ve. Miré mi plato de pata
melas, pero ahora mismo, a
mport
riendo a través de l
hayamos soluci
y le entregó la cu
sacó obedientemente su bol
é mi sonrisa. Estaba claro
eno de los
cómo Soph
la dejaba en la cuenta. Al
pina, busqué mi propio bol
cue
o y
ucho de una persona por
are
ujando mi silla hac
por el pelo oscuro y le d
era-. Me pondré en contact
rmación de t
cía que iba a decir
la vuelta y me fui. Mi au
ella no estuviera cerca
o pasé
o observando antes, la oí
Me pregunté brevemente si
os. Sacudí la cabez
Lo d
l como parecía. E
h
en blanco y negro, y no
fec