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Historia

Capítulo 4 Intercambio de virreinas

Palabras:2285    |    Actualizado en: 11/12/2023

s lejanas fue un éxito y se arreglaron, por muchos años, con pequeñas fortalezas controladas por alcaldes, la población establecida había crecido y, también, se unieron gente de div

tribus no contaban con un buen sistema de salud ni educación, además de que siempre cambiaban a su líder porque a cada rato había revueltas entre ellos. Sí, pu

acercó hacia la ventana, la cual daba al patio. En esos momentos estaba nevando, pero el jardín seguía manteniéndose verde debido a que se encontraba

do de lo que imaginé. Por eso, no debo tomarme ni un minuto de descanso o esa mocosa obtendrá lo que yo tanto he anhelado. Sí, es injust

genes holográficas a color tanto del emisor como del receptor. Sin embargo, también podía decidir si quería que la otra persona la viera o no y, en

jer de cabellos cortos y verdes, ojos color e

io su imagen proyectada de reo

n que quiere hablar con usted personalmente. Le dije que e

re, además de que había cumplido funciones de virreina cuando el reino del Norte invadió a

así el único de los cuatro reinos donde las reinas eran elegidas a dedo por el pueblo cada diez años. Debido a eso, Elyasa fue des

fecha, no se pudo revelar ese misterio. Esa mujer no es de fiar, no solo perdió aquellos valiosos terrenos tomados de la nación de mi padre sino, también, dejó que m

on interrumpidos cuan

tad? ¿La ignoro? ¿

al fin. No podía evitarla por mucho más tiempo – la secret

jestad. Sus des

mujer mayor, de cabellos blancos y recogidos en un rodete. Llevaba un vest

nclinó ligeramente

a su cargo de regente. Me alegro que pueda con esta importante lab

aldad – dime a qué se debe que tanto insiste

mo si se contuviera en no regañarla por su m

do virreina de las tierras que tomamos del Reino del Sur hace décadas atrás, durante el mandato de su majestad la gloriosa reina Nade

viajara en avión, sería agotador para su salud. Y hasta donde yo recuerdo, usted no pudo contener al grupo rebelde que invadió su colonia para proclama

no, y

percepción, fue la ineptitud de la virreina lo que les hizo perder esas valiosas tierras de la Nación del Sur cuando ésta se independizó de los reinos vecino

suficiente como para nombrarla su mano derecha. Y lo peor fue que, también, provocó su desaparición, por lo que a ojos de la joven,

una lista de espera de damas nobles que gozan de juventud y talento. Muchas han esperado por años a que se les dé algún cargo importante y no pienso darles la espald

escoltaran a la duquesa Elyasa hacia la salida. Pero la muj

ada. Conozco perfectamen

ma sarcástica, salió de la

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ba era que, en un comunicado, anunció un reemplazo parcial de la Corte para dar oportunidad a gente joven y dispuesta a servir a la corona. I

nde traer a su ge

cuando nombró a la baronesa

n son bastante jóvenes como para despedi

z alta, o puede que te

apareció en la sala de reuniones, haciendo

accesorio conformado por plumas amarillas al costado de su cabeza. Eso les llamó la atención a los nobles, debido a que ese tipo de adornos era algo más propio de la Na

pó su asiento donde, normalmente, debía estar sentada una reina. Conte

ocupando sus asientos, sin aportar nada nuevo. Pero descuiden, que para nada pretendo echarlos a la calle. Mi intención es,

nte planeaba instaurar un virreinato para unificar las colonias establecidas en esas tierras lejanas

veces y, una vez que todos g

os miembros de la realeza que no fueron incluidos en la línea de sucesión al trono. En nuestro caso, que hemos tomado una extensión más amplia dentro de uno de los continentes del "Viejo Mundo", c

dominios no se encuentran tan lejanos, además de que tampoco abarca demasiada población en las islas y, por ese motivo, se las han arreglado fundando principados y

ar a alcaldes para controlar esas colonias. Pero ahora necesitaré designar a gobe

echazó el ofrecimiento de la duquesa Elyasa de ser una virreina

as palidecía ante sus ojos penetrantes. Pero la jov

del mandato de mi abuela. Así es que consideré que lo mejor sería asignar a alguien más joven, pero que sea lo suficienteme

tad. Quedó

s por la princesa regente, quien no dudaría ni un instante

an capaces de venderle hasta sus propias almas para que no les destituyera de sus puestos. Pero necesitaba

de compasión, sería devorada viva

– continuó Jade, como si nada – y, también, ya tengo a la candidata perfecta para que sea la prime

edicto de la princesa regente para saber qué les

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