cina del abogado, un sitio frío y silencioso. A su lado, el hombre que se suponía que la am
Los dos habían estado en una condición similar, ya que había sido
día verse la evidencia de lo mucho que había llorado, de lo mucho que había sufrido desde ese día en que encontró a su marido, siéndole infiel. Angelo, por otro lado, estaba s
hó con atención cada una de sus palabras, pero sus pensamie
hijos. Recordó también todos los momentos felices que habían compartido, uno a uno, pasaron por su mente como una triste película, una película que
el documento de divorcio, lo puso
ebe firmar aquí-explicó indicando el si
fo y firmó con firmeza. Luego,
y lo firmó sin siquiera mira
se de pie y dando por terminado aquel tr
llorar. Le había dolido tanto la traición de su exmarido, que esas semanas, mientras esperaba
a y se dirigió a la puerta. Angelo se levantó
le mentía jurando que la amaba. Ashley apretó el puño al pensar e
da, sin voltearse, conteniéndose a
e tengas que decir, Ange
ento", estaba muy equivocado. Y de esa forma, salió de la of
erta cerrada. Sintiéndose mal por lo que había hech
cerca de Angelo. Sentía su corazón destrozado debido al divorcio. El
con su exsuegra, Débora, acompañada de la amante de Angelo
fuesen ha sido testigo del chiste más gracioso de la historia. Ashley empuñó l
verla con odio. Esa mujer siempre la ha
gras de que tu matrimonio haya
ada con un poco hombre como su hi
o era lo que pensaba
s cambian-contestó tr
su veneno-. Así como mi hijo te cambio por alg
quien se refería, antes
o creo que esta prostituta sea mejor que yo-se bu
rversa mujer, hizo que Ashle
o cuenta de que eras una mujer tonta e insignifi
e equivoca
por primera vez-. Ciertamente, no fuiste lo suficientemente capaz de mante
. Había llegado a tener hasta dos empleos, pero jamás imaginó que esto estuviese afectando a An
jos llorosos. No pudo ocult
poca cosa-completó su exsuegra
ey con rabia, a punto
reto la mujer, esperando que lanzará el pr
tener la compostura y
ás tus insultos-dicho eso, se
ora la tomó del
ijo un segundo antes de jalar fuertemente d
r, y una vez estuvo completamente libre, arremetió en co
a ponerme la mano
e la joven, pues la fiereza que demos
ación absoluta, a pesar de su corazón roto. Pero se juró que no iba a dejar que las palabr
ifícil, lo intentaría. E
tan lejos de donde estaba, la joven tomó un
por favor-pidió dese
o que también dejaba atrás a la mujer que alguna vez fue. Jamás vol