eta, puesto que acaparaba todos mis sentidos, mir
nicial, mi llegada no fue
ingiendo cualquier ayuda, ya fuera para mis estud
que mi tía me proporcionaba cada sábado, que acudía a
l cariño que me demostraba mi tía y mi tío, "qué gran persona" mi tío me llevo de la mano muchas veces, me s
mi padre me subió al coche y me enseñó dón
na y mi madre estaba al cuidado completo
sto, para volver me perdí, tarde dos horas más en llegar a casa, pero cuando llegue en vez de encontrarme caras
r que se retorcía en cada rincón. En cada esquina de mi mente, acechaba la oscuridad,
incesantes como pesadillas recurrentes que se repetían sin piedad, una y otra vez. Los enfrentamientos surgía
las miradas acusadoras se clavab
ria sin sentido que me envolvía y me dejaba enr
incluso cuando estaba fuera de casa, dab
espiral descendente. Las sombras de la negligencia y el miedo oscurecieron
continuó su implacable avance, no había
complicado, pero no fue
el principio, conocí a una familia excepci
nada, en cambio, ahí en la ciudad con esta nueva amiga podía contarle todo, pero casi no hacía falta, porque ellos se vieron desde el principio que lo único que quería
de lo más orgullosa que está su madre, es de
ivadas, tanto en la vi
o me brindaron su
y considero que fue una autént
rubia". Fuimos inseparables y compartimos una devoción total, la un