desconocido. Era una mujer que se identificaba por Gabriela y me alertaba de que
inconscientemente una luz de alerta se prendió en mí, aunque me olvidé del asunto ya que no tení
chos días sola con los niños. Lo habían ascendido a jefe de traumatología en la clínic
más, pues él ahora estaba ganando mucho más dinero
los a todas las actividades extraprogramáticas en las que estaban inscritos en el colegio, así como hacían muchas madres. Me dijo que él ten
ado idiomas y mi carrera y todo ese esfuerzo no lo había
pero que como mujer también necesitaba mi espacio para crecimiento profesional y personal. Además,
no se me había pasado por la mente tener otro hijo, que ya tení
acer muchos esfuerzos sobre todo después de separarme del padre de ellos y qu
na ocasión y que respetara mi forma de pensar, que eso no significaba que no lo quisiera
pareja, un adorno. Me dijo que debería sentirme agradecida por el hecho de que él estaba conmigo, que él era exitoso y ganaba mucho dinero y podía tener a cualquier mujer qu
para salir, pero no le pregunté nada, pues supuse que sal
l, tenía náuseas y calofríos. Comencé una peregrinación al baño cada veinte minutos, vomitaba la vida y volví
zarlo, pero él no me escuchaba y solamente repetía, perdóname no sé lo que me pasó, me ofusqué y perdí el control. Yo traté de calmarlo, diciendo que no había sido para tanto, que durmiera y que al otro día podríamos conversar, pero él in
, hicieron que no lograra excitarme tanto como para llegar al orga
ue colitis y vómitos, por lo que tuve que ir a urgencias, ya que me se
to. Diagnóstico, gastroenteritis viral, lo cual me d
Pablo estuvo bastante ausente durante esos días, ya
en Pablo. Seguía llegando tarde, me buscaba muy poco sexualmente y sentía que me evitab
ucho, pero cuando los niños se iban donde su papá y nos quedábamos solos, viajaba o se inventab
ondió de inmediato y me dijo que su intención era solo advertirme, ya que a ella nadie le había advertido y lo había pasado muy mal,
encontrar momentos en donde me hizo comentarios crueles o con intención de menoscabarme, los cuales minimicé o no quise ver, pero ahora las cosas me cuadraban un poco más. Le pregunté si
de todas maneras, comencé a tomar aten
dico por cuatro días. Le pregunté si lo podía acompañar y me dijo que esa vez
stamente él no estaría en Chile, lo que me pareció sospechoso. Llamé inmediatamente a mis amigas para comentarles lo que estaba pasando y de
ongreso y yo estaba muy nerviosa y ansiosa y poco pude con
migas y confirmó lo que ya sospechábamos, Pablo no estab
maba. Me iba a dedicar a buscar pruebas para poder enfrentarlo, pues él siempre tenía respuesta para t
so cuando fui a tomar la píldora anticonceptiva que me correspondía a ese día
diera estar embarazada, pues era muy regular y nunca
as disponibles para la semana siguiente. Tomé una hora, pero para calmar mi desasosiego y ansiedad, fu
rtero si se hace con la primera orina del día. Lo hice y lo dejé en el tocador
Pablo quien decía que había llegado a Chile y que iba directo a la clínica, pues te
embarazo. Entré al baño y ahí estaba encima del mueble, mirándome como s
arrojado error, pero después recordé que siempre dicen que hay falsos negativos, nunca fa
te a mi casa y que trajeran dos o tres prueba de embarazo y que fueran de marcas
estaban en mi casa con las prueba
largué a llorar y ellas solo me consolaban. No podía creer que eso
tivamente no lo amaba, no tenía sentido seguir con él, pero ahora que
l. Probablemente él se iba a poner feliz con la noticia, pues lo único que quería era tener un
no era una niña para ver la vida de forma tan romántica. Es más, la vida, si bien me había tratado bien, me había puesto trabas im
entró en la casa y me vio, me abrazó y me acarició el cabello. Le dije
y nos reímos nerviosamente. Yo iba a decir yo,
jugaba con sus manos y le temblaba una
e enamorado de otra persona y vamos a tener un
ue me estaba diciendo
bía estado engañando con otra persona. De todas maneras, internamente agradecí la sinceridad y que no
quería mucho a mis hijos y a mi familia, pero no se sentía amado, ni valorado. Dijo que él no había buscado conocer a esa perso
odríamos haber construido una hermosa familia, pero mi egoísmo
ue se me venía encima. El me miraba con expresión de pregunta, seguramente pensó que
es ya era demasiado tarde y nada haría que él reculara en su decisión. Dijo que, en lo posible, no quería
a buscar sus pertenencias. Cuando se paró para retirarse, segur
ya no vale la
e él se fuera, yo no lo amaba, aunque había aprendido a quererlo mucho, pero últimamen
iar a un hijo sola, esta
u apoyo. Yo no había querido quedar embarazada, no era mi plan, de hecho, tomaba anticonceptivos y hast
Tal vez si yo le hubiese prestado más atención a Pablo, si
ho y tomar decisiones y lo haría con la ayuda de mis amigas,
e hacer era ir al ginecólogo y ver como estaba mi em
más probable es que haya quedado embarazada esa semana en que estuve enferma y vomité mucho. De seguro vomité todas las pastillas anticonc
s de sangre y me hizo una ecografía inmediatamente
cupación y me alertó. Dijo que si bien había saco vitelino, no veía ningú
a muy claro lo que eso significaba, entonces preferí esperar a que
El trataba de consolarme, pero en realidad yo no estaba apenada, al contrario, estaba aliviada, ya que no iba a
que se produjera un aborto espontáneo que llegaría como una menstruación, tal vez un poco más ab
er nada durante ese día y llamé a mis amigas para contarles la novedad. Quedamos e