a L
mi vida de esclava. Que estaría atrapada o revivirí
o
sirvientas por todas partes, arreglando la habitación, pr
desea ponerse? - Preguntó la sirvie
simplemente respondí, y asintió, yendo hacia una
que había en ese inmenso lugar. La sirvienta salió de allí llevando un vestido blanco y liger
a bañera, me vi por primera vez siendo ay
taba frente al espejo y m
da y castaña, los ojos estrellados y una media luna en el centro de mi frente. Era
do
lus
mple e
e la Luna, la diosa de los monstruos, de
ncia entre los mortales. Nyla Lenore estaba por encima de todos, y eso la coloc
ese hermoso vestido blanco, además de sujetar mi cabe
en el jardín para desayunar. - Anunció una sirvienta d
rme, mis pasos, que ahora eran gra
nal, no sabía nada sobre Nyla Lenore, entonces... ¿Cómo haría
me ocurrió, pero en cuanto me di cuenta, estaba en el jardín, viendo una mesa llena de cosas deliciosas,
e ser perfecta. Tenía que ser la niña que ellos querían que fuer
ía el título de madre habló con entusiasmo, -
tar pasar lo más posible
implemente dije, sentándome en la silla vacía y mirando
tar preguntarme si no había... "Exagerado" de alguna
- dijo mi "madre" y me ob
oz dulce, - no te preocupes demasiado, queri
te añadió
í
de todo, Nyla Lenore había estado dormida, enferma durante algún tiempo. E
mi mejor esfuerzo para parecer amable y encantadora a los
ta para nosotros, - dijeron casi al u
s Baldwin, tal vez podría encontrar un diario en su habitación, algo qu
olver todo lo más rápido posibl
tación, me aseguré de buscar algo
de esa habitación, pero todo lo que pude encontrar eran libros did
abitación, parecía haber aún más, pero nada muy sign
yla era una persona extremadamente educada al responder preguntas, también extremadamente inteligente
iaba muchas cartas, lo cual no era sorprendente, ya que era literalmente el avatar de la diosa en la tierra. Obviamente, no había
da, aunque también muy fría y reservada. Tal vez esa fuera solo su apariencia hacia el templo, o tal vez realmente mantenía a todos alej
ario pertenece a Nyla Lenore-, decía, y mis dedos
enta de que tenía una cerradura. Suspir
de la habitación, comencé a buscar la pequeñ
fue solo por la noche, cuando la empleada apareció
, después de que dije que cena
io, pero desde que desperté, no recuerdo dónde dejé l
pequeña caja sobre la cómoda, -está en el collar que siempre lleva. Como se desmay
nr
y, tan pronto como se fue para prepara
collar simple y delicado, con una cadena larga y una pequeña llav
el diario y sonreí al ver que finalment