ni
hombres has es
cae de sorpresa que me cuestione algo así, porque siendo amigas la confianza que tenemos es extrema, al tal punto de que
arme, cogiendo una barita de apio y
l espagueti en la estufa y con una copa de
rdad de todo lo que hice en mis veintes. Una vez escuché a alguien decir que no le tienes que contar todo a tu parej
exclama y me echo a reír, bebiendo del vi
barra de granito y sonriendo al recordar a mi yo y l
a lo que solo me encojo de hombros. Realmente no extraño sentirme sola, con Gabriel me siento plena
i lugar, sintiendo la pregunta demasiado p
y apaga la mecha de la estuf
har a servirme más vino en la copa, espera
Gab
o, es el
ñas color
ico que tambié
o se
s mi jef
n confusión -. Es que cuando empecé a salir c
fundida, sin embargo, solo se mofa. -
nderezándome y tomando un plato para servirme el
tir
gica. Es mi soporte, quien me apoya
Perdí cuatro años de mi vida metida en una relación que no s
–bromeo, mirando la hora en el reloj de mi muñeca. Gab
tractiva cuando se maquilla, aunque a veces siento que exagera un poco, pero igual no deja de ser guapa -. ¿Ya te conté
temor desde chica, por lo cual nunca me ha
te lo r
a cita de la valoración. ¿Tú nunca
físico, siento que las proporciones de mi cuerpo y mi rostro
a verd
ad tenía conocidas, pero no eran amigas, porque siempre había cierta chispa de envidia que no podía pasar por desapercibida. No obstante, con Pamela es todo lo contrar
-cuestiona luego de u
ojo la miro acomodarse el cabello discretamente y ajustarse la blusa aún más, per
evanto la cabeza, sabiendo que es Gabriel quien ha llegado. Le sonrío a Pa
del apartamento. Él deja sus llaves en la mesita de la en
us brazos me aprietan con fuerza y me elevan del piso mi
vuelve a dejarme tocar el piso. Gabriel eleva
pera
Pamel
caminamos hasta la cocina. Pamela le sonríe en cuanto
l vino y la champaña, tanto que si por él fuera siempre bebería cerveza barata en cualquier lugar. A
colocándose tras mi espalda y abrazándome -. Ya ni
ma mientras que estoy sola. Desde que llegué al apartamento por la tarde solo me l
os, y sus ojos brillan al pensar que estoy sin una preocupación
cabeza recargada en su pecho: es muy atractivo, y cualq
o m
actamente y él porqué jamás lo he visto
su boca y él se ríe, mientras que Pamela
nzo mis cejas y lo m
se? ¿Qué
dose a mi lado-. A Viktoria le
antengo impasible. ¿Consentida? ¿Ella? ¿Y por q
antes poder retenerla. Muerdo mi lengua y Gabri
enfocando su at
entir, no se me tendría porqué dificultar ahora -. Q
s de sus dedos y se encoge de hombros.
pregunta Pam, para acop
asecha, y a Gabriel pare
miraste? ¿Miraste el anillo del búho en sus dedos? Ian le da todo, y es obvio
, queriéndome adentrar a saber
a avisarme de la muerte de Annabelle. ¿Ian ya la habrá superado? -. Y es un hijo de puta con muchos negocios: es el dueño del motel 69 -su mano me da un apretón y doy un respingo ante su gesto
scuchar el nombre de ese motel, y ahora me entero qu
za a sacar una conversación trivial a Gabriel y ambos empiezan a hablar. Los dos hablan un poco más cuando están ing
pasillo y miro a Gabriel. No suelo recibir visi
indaga, poniéndose de
que nadie
mi plato en la tarja. Pamela se aclara la ga
nto y cierro mis ojos al reconocer l
-cruzo mis brazos, recargándome en la pared. Gabriel se te
ice que son celos, porque antes de que llegara yo ellas eran su prioridad; como sus hermanas pequeñas, y yo pienso que solo es inmadurez de su parte. Tal vez la gente también pensaría que la inmadura soy yo, sin
r muchos -espeto, y su mir
lleva a todas partes
e tiene veinte años ya no es una niña y por esa
yo soy s
a ver. Enderezo mi espalda y end
evarla a c
un mes porque él no me dejo discutir con ellas, con la
plirle favores? -escupo, y Pamela observa la
iell
risita burlona que hace su sobrina en el marco de la puerta. Me dan ganas de b
por favor n
que despertar temprano -avisa
uede llevar a su sobrina no dudo en que tambié
llevarme la contraria y asiente. Pamela toma sus cosa
en el cachete. Sabe que estoy molesta, sabe que no tolero a sus sobrinas
a cocina. Apago la música que resuena e intento por regularizar los latidos de mi corazón
que se trata de Gabriel llamándome para disculparse. Me acerco a tom
dubitativa acepto la llama
las doce de la noche, no suelo recibir llamadas tan tarde a m
niel
en mi estómago y
ciorarme de que solo estoy confundi
yo,