e de Estela. hoy sería el día en que su
rse en la esposa de uno de los hombres
nista, reconocido por tener poco m
mamá–Respondió E
pero esta vez con un tono alegre, no quería ver a su
su madre, ya que en el fondo se moría de tristeza, no quería casarse c
, no quería dejar a su madre sola en casa ya que e
azón de Estela no se retorciera de dolor, luego de escuchar el clamor de s
e eso sucediera, pero ni ella misma sabía que iba a pasa
un auto las
ue las llevaría a la iglesia, y sus lágrimas cayeron instantáneamente, se
tu maquillaje –limpió las lágrim
, jamás debí tomar dinero de ese hombre, fui una tonta. ¡
ue volveré en un años como lo estipula
con los bra
. Prometo ser fuerte y
on era un hombre que donde ponía el ojo, ponía la vara. Era muy ambicioso. Aunque en
azaban un hombre entró a la humil
gnado para llevarla a la boda–E
nfrente de la casa más humilde del pueblo. Algunos susurraban de que Estela era una casa fortuna, mientras que otros pensab
ara así poder llegar a la igles
ejores iglesias de la ciudad. Cartagena
Su corazón latía demasiado rápido, pero aún así se veía radiante, tanto
osa-dijo con una so
azul, la cual entonaba con sus ojos, estos eran claros y llenos d
ela
nga cincuenta años, solo mira su cuerpo, a decir verdad no está tan
stela jamás demostró temor, y ese pequeñ
levisión y periódicos, hoy era la primera vez que lo v
entario tan fuera de lugar, hizo que Estela tragara grueso. Se sintió ofendida, pero aún as
ería casarse con Marlon, ella no dudó en decir que sí, sabía exactamente que esto
la tomó por la cintura y suavemente la besó, ella no se molestó en apartarlo, sino más bien le si
ndición y con esta se
s más personas que las que estaban dentro de la iglesia. Estela
ascullo Estela con disgusto, pero marlo
e les acercaron y con mu
tenta, por ello sintió un pellizcó en su cintura, no era necesario mirar a
rmoso hombre, pero no estoy molesta como ustedes argumentan–Estela
ntó otro paparazzi sin pelos en la lengua, por lo tanto Marlon soltó una pe
ento donde demuestre que para el am
amado arroyo piedra?– cuestiona una periodista con una risita al
orgullosa de sus raíces, lo que detonó su irá fue en la for
edra, también te invito a que lo conozcas para que no andes de i
s y abriendo sus brazos los alejo-Solo ignoralo
-respondio ella co
ermosa, ¿Lo sabe
ara eliminarlo con la mir
to es solo un contrato, no quiero que te pases de mano larga conmigo por
la defensiva, mujer?–Marlo