ses de
que estoy enferma. No me siento bien y siento que no debería ir a trabajar hoy. Pero no puedo faltar, especialmente
nferma y sé que no puedo faltar al trabajo. No puedo poner en peligro mi empleo. Me siento tan mal que quiero llorar.
ve pálida y me insiste en que coma antes de irme. Intento tranquilizarla, pero sé que es intuitiva y prob
itirme perder este empleo. Camino por la recepción y sufro otro mareo, pero logro calmarme rápidamente y disimularlo. Me e
ingiré estar bien para no causar problemas. Me encuentro con María, otra compañera de trabajo amable y
fe. Nos mantenemos de pie y me doy cuenta de que hay una tarima al frente.
*
está a
parezca? Espero que tomen en cuenta
como no sé la respuesta, solo me enc
alta poco, no s
une a n
el gerente no nos quita la
iera otra cosa mejor que hacer. A veces pienso que es un hombre demasiado obs
, ninguna de nosotras ha sido regañada, por lo que puedo asegura
inal de la fila. Por fin veo al hombre con traje y mi corazón se paraliza. Empieza a latir de forma irregular y ya no es el mismo, amenaza con salirse de mi pecho y la incredu
ismo. Ahora todo se conecta, además de tener sentido, aumenta el temor en mí por saberlo
adezco a todos los empleados diligentes y responsables, quienes han estado trabajando muchísimo para ofrecer un servicio de calid
que no puedo dejar de temblar. Porque en realidad no me encuentro bien y sigo sintiéndome estupef
i haciendo que pierda el equilibrio, por suerte ella
, dejando salir un su
ero tampoco sé qué es lo que
a las Bahamas con todos los gastos incluidos. Hemos creado un paquete especial para el disfrute de los sel
imo que escucho a Sandra decir, luego de que
el hotel donde trabajo es el mismísimo con quien me acosté! Zare