Anastasia Strousman se despierta al lado de un desconocido y su cabeza está a punto de explotar. Escapa de la escena, pero luego consigue trabajo como mucama en el hotel del millonario Zared Jones, quien parece haberla olvidado. A medida que pasa el tiempo, Anastasia descubre que está embarazada y debe enfrentarse a un futuro incierto junto a Zared, un hombre frío. Sin embargo, tiene la esperanza de que su corazón logre derretir el de él. Ahora, los dos comparten un bebé en camino.
Siento crecer la urgencia por salir de aquí, no quiero ser vista por él, no quiero que descubra quién soy en realidad. Dios mío, me siento atrapada en esta escena. Aún no puedo creer que se trate de él, es increíble que sea Zared. No me lo puedo creer. He pasado la noche con él. ¿Por qué las cosas tienen que ser así? Miro mi muñeca y veo esa pulsera. Quien me la dio está a pocos centímetros de mí. Todo esto parece tan irreal.
Necesito irme de aquí rápidamente, no quiero que se despierte y se dé cuenta de quién soy. Además, todo esto será un desastre... Me siento tan perdida que no encuentro mi ropa. Lo único de lo que estoy segura es de que está en algún lugar de esta zona.
Me muevo con cautela, tratando de no hacer ruido que lo despierte. Afortunadamente, aún no lo ha hecho, pero no puedo bajar la guardia, ya que en cualquier momento podría abrir los ojos y encontrarme allí. Me muero de vergüenza, el arrepentimiento se adentra en mi cuerpo como una víbora... y sé que lo merezco, porque soy la culpable de todo esto.
No puedo creer que haya sido capaz de hacer esto. No es algo de lo que me sienta orgullosa, de hecho, me avergüenzo profundamente. Me arrepiento de haber caído tan bajo, de acostarme con la primera persona que se cruzó en mi camino, aunque sea alguien a quien conocí hace tanto tiempo.
¿El recuerda quién soy? No creo que me reconozca. Entonces, ¿por qué permitió que esto sucediera? No recuerdo que estuviera borracho.
Pero en este momento, no estoy segura de nada. No puedo recordar con claridad. Lo miro nuevamente antes de empezar a ponerme la ropa que encontré tirada por todas partes. Mientras me visto, sigo vigilando para asegurarme de que no se despierte y me descubra. No quiero que me encuentre.
Sin embargo, eso podría ocurrir en cualquier momento. Sé que Zared podría abrir los ojos y verme allí. No sabría cómo reaccionar, no encontraría las palabras adecuadas para explicarle.
Cuando finalmente estoy lista, sé que debo irme de aquí rápidamente, pero algo me detiene y decido quedarme un poco más para observarlo. Es un hombre realmente apuesto, debo admitirlo. Su atractivo podría ser la perdición de cualquier mujer, incluyéndome a mí.
...
Claramente, al no ser mi casa, me encuentro perdida. Es difícil orientarme en este lugar y encontrar la salida. La casa es enorme y el lujo se ve por todas partes. Puedo ver objetos valiosos en cada paso que doy, pero no tengo tiempo para admirarlos.
Apuesto a que será la última vez que esté aquí. Intentaré no volver a encontrarme con Zared. A partir de ahora, me volveré un poco paranoica, pensando que podré encontrármelo en cualquier lugar de forma repentina. Prefiero creer que todo esto ha sido una simple coincidencia y que no se repetirá en el futuro. Haré todo lo posible para asegurarlo yo misma.
Suspiro profundamente.
"No llores, no llores", me digo a mí misma.
En este momento, el arrepentimiento no deja de crecer. Me siento atrapada en él, después de darme cuenta de que fui yo quien se acercó a él, quien lo besó y le dijo que no se detuviera. Me tapo la boca, sorprendida. Fui yo quien empujó todo esto. ¿Cómo pude ser tan atrevida? Solo fue una versión de mí misma bajo los efectos del alcohol. No me reconozco en esa persona y no quiero volver a ser así.
Siento cómo mi corazón late aceleradamente al recordar cada instante vivido. Me derrumbo en medio del arrepentimiento, pero hay una parte de mí que añora todo lo vivido.
No puedo creerlo. Niego con la cabeza una y otra vez, tratando de sacar esas imágenes de mi mente que me perturban y me sonrojan al mismo tiempo. Mi rostro arde por la intensidad del calor.
¿Por qué tuve que vivir esto? No debí ser tan atrevida. No puedo volver atrás, solo puedo aceptar lo sucedido. Y eso cambia todo.
Absolutamente todo.
***
Horas después...
Sol, mi amiga, está al otro lado de la línea.
Estoy sentada al borde de la cama, escuchando atentamente mientras ella me cuenta lo que está pasando. Su voz quebrada y las lágrimas evidencian su tristeza. No puedo evitar sentirme mal, ya que parecía que su relación con Alexander iba viento en popa. Pero ahora parece que todo se está desmoronando. Tal vez sea solo una crisis pasajera y puedan solucionarlo, o tal vez sea el principio del fin. No lo sé.
Aunque también me siento inestable en este momento, la escucho y la apoyo. Sol mencionó que pensó en mí como una de las primeras personas a quien llamar para desahogarse. Aunque nunca he tenido una relación, creo poder comprender un poco de lo que está pasando. Sin embargo, no sé muy bien cómo puedo ayudarla.
No tengo idea.
"-... Creo que es un imbécil, no debería casarme con él. He estado reflexionando mucho sobre la decisión de unir nuestras vidas y no creo que sea conveniente si él pone el trabajo por encima de nuestra relación. No quiero ni imaginar cómo será en el futuro, pero lo amo de una manera muy profunda. Anoche fue horrible, intenté resolver las cosas, pero es imposible cuando el desacuerdo persiste. Odio que siempre quiera tener la razón y priorice su trabajo. Necesito que también se preocupe por nuestra relación".
-Así que te preocupa que una vez que te cases, él te deje de prestar atención y todo se trate solo de su trabajo -repito, intentando comprender mejor.
-Exactamente. Su atención hacia mí ha disminuido lentamente en todo este tiempo, así que estoy segura de que empeorará una vez que nos casemos. Hemos decidido tomar distancia por ahora, pero no está claro si esto significa el fin de nuestra relación. Quiero creer que esto es solo una mala racha que pasaremos juntos.
Suspira con pesar.
-Y si te digo que necesito hablar con él cuando las cosas estén más tranquilas, sin que ninguno de los dos esté alterado... ¿crees que eso podría ayudar? -sugiero.
-Lo sé, ya buscaremos la forma de hablar adecuadamente. Sé que es importante... Por ahora solo necesito un poco de tiempo para estar sola y reflexionar. Debo evitar que las cosas empeoren si nos volvemos a ver. Oye, muchas gracias por tus palabras y por estar aquí para mí.
-No hay de qué. Estoy aquí para escucharte y apoyarte. Si necesitas hablar con alguien para desahogarte, siempre puedes contar conmigo. Espero que todo se solucione entre Alexander y tú. Realmente los veo como una linda pareja, sería triste que se separen completamente. A veces solo es cuestión de tiempo, paciencia y comprensión. Permítele a las cosas calmarse y verás que todo se resolverá. Cuídate. Nos vemos... -y en ese momento recuerdo que también me despidieron de mi trabajo-. Por cierto, aún no te conté que me despidieron del trabajo.
La reacción de Sol no se hace esperar y suelta un grito a través del teléfono. Debería haber sabido que reaccionaría así, porque es su personalidad.
-Oh no, por favor dime que estás bromeando. No puedo creer que te hayan despedido, eso es imposible. Sé que te habían llamado la atención por llegar tarde, pero aún no habías acumulado las tres faltas. ¿Por qué estás jugando conmigo? -se queja.
-Al igual que tú, desearía que esto fuera una broma, pero te digo sinceramente que me despidieron y estoy segura de que Mara tuvo algo que ver. Mi jefe me llamó a su oficina y me hizo abrir mi mochila frente a él. Encontró ropa de la tienda allí y me acusó de ser una ladrona. Cuando intenté defenderme y le pedí que revisara las cámaras de seguridad, se negó. Es completamente injusto y todo apunta a que sabía que era inocente y aún así participó en esto... me parece tan familiar.
-¡Te lo dije! Mara y él tienen algo, no es descabellado pensar eso. Si ella tiene que ver con este despido, significa que también participó en todo. Son unos desgraciados, ambos lo son.
-Dios mío, voy a llamar y reclamarle por lo sucedido. Además, presentaré mi renuncia. No pienso seguir trabajando en un lugar donde pueden despedirme injustamente y correr el riesgo de que me acusen de algo que no hice.
Respiro profundamente.
Es demasiado injusto que todo esto esté sucediendo. No quiero que Sol renuncie a su trabajo por mi culpa.
-No, por favor. Esto es un asunto mío y no quiero que pierdas tu empleo. Aunque quieras ayudar, no quiero que te veas afectada también -le suplico.
Desde el otro lado de la línea, Sol suelta una risa forzada.
-Tengo dinero ahorrado para sobrevivir hasta que encuentre algo más. No te preocupes, de todos modos ya estaba pensando en renunciar. ¿Sabes qué? Que todo se quede así, el karma se encargará de darles a ambos lo que se merecen. No seguiré trabajando ahí.
Sus palabras me alivianan un poco, pero todavía no puedo evitar sentirme culpable por lo que está pasando.
-Es injusto que tengas que renunciar por este motivo. Aún así, entiendo tu decisión. Solo espero que encontremos una solución para ambos y podamos superar esto juntas.
Continuamos hablando durante un rato más, compartiendo nuestras preocupaciones y apoyándonos mutuamente. Al finalizar la llamada, siento una mezcla de tristeza y esperanza. Tristeza por todo lo que está sucediendo y esperanza de que podamos encontrar la forma de superar estas dificultades juntas.
Alexander Whitmore se ve forzado a casarse con Lauren Green para asegurar su herencia en la empresa familiar. Aunque al principio se desprecian mutuamente, la atracción entre ellos se convierte en un conflicto emocional cuando Alexander empieza a enamorarse de Lauren. Sin embargo, un embarazo inesperado lleva a Lauren a huir y buscar el divorcio. Años después, regresa como exesposa con un hijo, y Alexander, lleno de arrepentimiento, le suplica una segunda oportunidad.
Rashid es un hombre adinerado que pensaba tenerlo todo y conseguir lo que fuera sin ningún problema. Hasta que un día la conoció, Victoria, una chica diferente, tan decidida y llena de peculiaridades. Él había comprado su virginidad y le había propuesto que fuera la madre de su hijo, ella había aceptado, sin saber que esa decisión cambiaría su vida para siempre. ¿Podrá Victoria seguir el contrato al pie de la letra sin enamorarse? ¿Logrará Rashid seguir a su lado sin entregar el corazón y la emoción, aunque no crea en el amor?
Enzo Ivanov, un millonario que no tiene interés en casarse, se encuentra presionado por su padre para elegir entre varias candidatas, algo a lo que se niega rotundamente. Por otro lado, Celine Dubois es una joven que sufre abusos por parte de su padrastro. Un día, escapa de su agresor y busca ayuda. Encuentra a Enzo Ivanov, quien siente una conexión instantánea con ella. Enzo Ivanov la lleva a su casa y le permite quedarse allí. Impulsado por un deseo de proteger a Celine, Enzo le propone un matrimonio falso. Entonces, ambos se ven envueltos en una mentira que conlleva a sentimientos inesperados, poniendo a prueba su trato inicial y lo que verdaderamente sienten.
David King se ve obligado a casarse con la joven Nicolle, pero cuando ella queda embarazada, él la rechaza cruelmente y ella sufre un aborto espontáneo. Sin embargo, el millonario se arrepiente de su actitud y le suplica una segunda oportunidad. ¿Podrá Nicolle perdonar a su ex marido y darle una nueva oportunidad? El amor, el perdón y la redención se entrelazan en esta emotiva historia de segundas oportunidades.
En una historia de amor prohibido, Sofia se enamora de Alejandro, el hermanastro de su padre. A pesar de su compromiso con otra mujer, Alejandro se entera de que Sofia está embarazada. Ahora, el millonario enfrenta la difícil decisión de seguir con su matrimonio o aceptar su paternidad, desencadenando una serie de eventos que cambiarán sus vidas para siempre.
Mabel Romanov ansiaba superarse académicamente en su último año en la Preparatoria "Bradford". Sin embargo, la renuncia del profesor Raymond y la llegada del atractivo y desafiante profesor de física, el señor Burhan, trastocaron por completo su visión del año escolar. El encuentro con el enigmático profesor marcó el comienzo de una trama inesperada. Lo que comenzó como una atracción inevitable se convirtió en la perdición tanto de Mabel como del profesor Burhan Al-Mansour.
SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE *PARTE 2* Él creía que ella siempre estaría a sus pies, que toleraría su crueldad con tal de no perder lo que tenían. Después de todo, estaba seguro de que nadie podría darle lo que conseguía con él. Sin embargo, ella se cansó y aquella noche desapareció de su vida. Sebastián no imaginó que aquella inexperta en el sexo podría ser capaz de mover el mundo bajo sus pies y, aunque hizo de todo por negar sus sentimientos y destruirla por completo, terminó siendo quien se arrodillara ante ella y suplique el perdón, pero para cuando él la localizó, ya había alguien que tenía puesto sus ojos en ella. Ariana estaba dispuesta a ponerle fin al capítulo más doloroso de su vida. Y es que su enfermiza obsesión por el Licenciado Vega terminó con sus sueños de ser una gran abogada y con una amistad de años. O era así como ella consideraba la relación que tenía con Ana, porque tan pronto abandonó la ciudad, ninguna de las dos se interesó en saber de la otra. Un año había pasado y en ese tiempo sus vidas habían dado un giro de 180°. Por un lado, él no había perdido sus manías y ya tenía a otra mujer que cumplía a la perfección con sus exigencias. Por el otro estaba ella, que llevaba meses en una relación con un hombre casado que, además de ser un excelente amante, era su jefe. Cuando Ariana debe regresar a Buenos Aires, se entera de que Sebastián tiene una favorita y descubre que no es otra que Ana, su ex mejor amiga. El resentimiento resurge y lejos de escapar por segunda vez, decide hacer hasta lo imposible para cobrarse lo que le hicieron, aunque eso signifique introducirse en ese mundo perverso del que se juró, no regresar jamás. ¿Será capaz de destruir la vida de las dos personas que más ama o dejará que una vez más Sebastián la manipule y la arrodille a sus pies? Una traición, muchas mentiras y un deseo de venganza que crece.
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
"El amor te encuentra en los lugares más extraños". El matrimonio no estaba en la agenda de Marcus. Disfrutaba de la vida como el soltero más codiciado hasta que su familia comenzó a presionarlo. Después de un tiempo, no tuvo más remedio que casarse con una mujer que ni siquiera conocía. Su amigo bromeó: "¡Eres un cabrón con suerte! Tu esposa debe ser hermosa". Cuando Marcus pensó en la mujer que dormía con una máscara en su cama, le hirvió la sangre. ¿Su esposa era hermosa? ¡Bah! "Será mejor que pares. ¡Una palabra más y la haré tuya!", él maldijo. Marcus pensó que iba a ser un hombre casado miserable. Sin embargo, se llevó una sorpresa cuando su vida matrimonial resultó ser exactamente lo contrario. La curiosidad mató a quienes lo rodeaban después de un tiempo. Su amigo volvió a preguntar: "Sé que no te gusta hablar de tu esposa. Pero, ¿puedes describirme cómo es exactamente? ¿Por qué siempre lleva una máscara?". Esta vez, los labios de Marcus se curvaron en una sonrisa. "Mi amada es hermosa y adorable. Baja la mirada cada vez que la veas. Si te pillo mirándola, te haré quedar ciego". Todos se quedaron boquiabiertos cuando escucharon eso. Lo miraron como si estuviera loco. Un día, la esposa de Marcus de repente hizo su maleta y declaró: "Ya no puedo hacer esto. Ya tuve suficiente de tu humillación. ¡Por favor, dame el divorcio!". Esas palabras golpearon a Marcus como un rayo inesperado. Cuando vio que ella hablaba muy en serio, la abrazó con ambas manos y le suplicó: "Cariño, por favor no me dejes. Prometo tratarte mejor. Si quieres, puedo darte el mundo entero. ¡Quédate conmigo!". Y así comenzó una nueva etapa para la pareja.