o la madre de Emely mientras escri
ordió su labio inferio
fiaría una cosa más -replicó Emely
soltó un
, le voy a pagar el cinco. La e
a chica-, no n
en el papel-, ¿piensas aguantar el día de hambre?, ¿y qué
nta. Su mandíbula comenzó a temblar y respir
en la mañana pasaré a hablar con él -info
y pasó una rápida m
Emely-, mañana debo llevarl
madre tomó rápidamente el papel y comenzó a
ncisco no ven
pelería y le dices que te los
cuenta", Emely od
no fía
volvió
debías llevar? -Cuestionó la mujer con voz áspera-, toma -vol
con la mirada sus viejas sandalias negras y las encontró debajo de la mesa donde
stada pared blanca marcaba l
e encontró con una calle bastante concurrida, en la esquina había
uidoso sonido de bocinas y motores. A veces los peaton
ejos ebrios que pasaban la noche en el estadero comenzaban a llamarla, a gritarle piropos su
se encontraban atiborradas de botellas de cerveza y los hombres reían y conve
desapercibida de aquel grupo de borrachos y tampoco del tendero; ese que cada vez que
era principal. Un camión pasó a gran velocidad, haciendo que el cabello casta
lteó a mirar hacia los lados, cerciorándose que no hubiera algún
n entrar. Los silbidos y los piropos emanaron. Algunos
y era muy hermosa: de piernas largas, unas hermosas curva
con fuerza su mandíbula, de hecho, su r
, con una prominente barriga se acercó al
ncisco -saludó Emely inte
paga -arremetió el hom
o que pagará todo el cinco -aclaró con afán-, que la empresa
una pequeña ri
as apoyaba un codo al mesón de madera-. Dile a
. señor...
te en lo qu
vamente se contuvo y su ros
s ayudar
staba perpleja, sus man
... estar en
posó a la derecha de Emely, interrumpiendo por c
dó al tendero-, una
io y un tanto amargado se d
ero, deseaba que se quedara a su lado h
alto, de cabello negro y con piel un poco bronceada por el sol. Se veí
lestando? -pre
dio cuenta de lo que estaba sucediendo
de Diana, ¿no?
ly lo miró fijament
ce dos días a mi casa para
mucho de él. Lo fastidioso que era y las muchas discusiones que tenía con su madre. Llevab
de Diana -res
s en el examen para ganarse la nota de Emely, supo que era alguien que
staba molestando
irada, no quería hablar de sus
o poniendo la botella fría
mente custodiando a Emely de aquel depravado que intentaba aprovecha
rebuznaba al darse cuenta que ya no podría seguir el
enó el hombre mientras ex
liviada al saber que no se iría con e
ates, cebollas, huevos y otra
so estás? -p
nfundida, ¿acaso no sabía q
te ll
me
y I
informó
¿
abla muc
a risita mientras ne
te ha dicho de mí -soltó
od
casa -bufó Ian y después le
de la casa. Todos parecían tenerle envidia, ¿y quién no? Era hijo único de un hombre
hijo; pero se decepcionó y lo dejó al enterarse que el padre de Ian solo le daría estudios y una buena crianza a su hi
ejo que más o menos podría darle la vida que ella quería, le dio dos hijos, pero al tenerlos ya no podía darse todos los gustos que
parte de la herencia que le dejó su padre, ya que ella "le había dado la vida" y solo con ese hecho ya tenía una gran d
mal? -eso era lo que deseaba preguntar