arecer se habían reunido para una acogedora "velada de hombres
on silbidos, abucheos y comentarios lascivos
imas, se refugió en
-Declaró con fuerza e
son
de que los chicos se calmarán en los próximos días. -La consoló-. Lo
charlos tú. -dijo Ki
y para cuando vuelvas, te garantizo que tus colegas tendrá
, dándose cuenta de que los hombres seg
a investigar mucho? -Hart fue al
rápidamente con esos tacones de aguja en un suel
rar y tomarte tu tiempo. Pero vuelvo a insistir, nada d
stá bien, ya veo que n
ndo em
mos allí. -reveló K
s para que puedas descansar antes. Te d
lió corriendo y atravesó el pasillo tan rápido com
ntentando concentrarse en un libro. Su maleta ya estaba hecha y se dio cuenta de q
e vino rosé, estaba a punto de volver
, pensó, no muy emoci
a, era su madre la que la
dersen, antes de que Kilye, pudiera decir una palabra- ¿Cómo
Kilye levan
a cálmate,
r el hecho de que te vio casi desnuda en ese pro
incitó ha
ro, prepararé un café y luego lo
decir ahora. Normalmente su madre no veía este tipo de programas, y en realidad Kilye esperaba estar
ez más, de mantener la boca cerrada. Desde que Kilye se había mudado, la vecina no había per
programa y no tenía nada mejor que hacer después
zón de su participación en el programa, no se le permitía hablar de sus jugadas. Así que no tu
n-, siempre he planeado montar mi propio negocio algún día. Con el
lice, indignada-. Que mi hija se presente sin
on incomodidad que ella se había sentido exactam
o exaltada su madre-. Y de todos modos, ¿Qué va a decir Ryan al
so los ojo
an piense al respecto. No planeo volver
ombre tan agradable y u
te aburrido, egocéntrico y no creo que
mprender-. Deberías alegrarte de que te corteje, ya es hora de
no tengo prisa por casarme, y mucho menos con un hombre que quiere convertirme en madre de familia rápidamente,
engas a quejarte dentro de unos años porque todas tus amigas están casadas y
no te guste a ti y a la gen
No puede estar de acuerdo con que una mujer
isión y me ha dado un permiso sin sueldo h
e su madre, se sentó a su lado y
sa absolutamente nada. Tal vez no llegue muy l
ió la cabeza
er lo que haces, es tu vida la que estás arruinando. Me voy a ir ahora
le, Kilye la acomp
y entró en el dormitorio, poniéndos
ro, no era en absoluto fea. Su largo cabello rojizo caía en suaves ondas sobre los hombros hasta la mitad de la espalda, sus ojos azules claros eran brillant
sus piernas eran largas y torneadas, su ci
neral, no podía imaginar que llegaría a la
ía su propia pequeña agencia de detectives o un consorcio de seguridad. Seguramente, primero se regalaría unas largas vacaciones a algún lugar donde
nceaban suavemente con el viento, ella caminaba por una pasarela en bikini, los focos iluminaban implacablemente cada centímetro de su