milar y como no podía ser diferente, me nos descartó. ─ No puedo creer que hayas sido tan estúpido, Henry. ─ Dice Luz, mi hermana, entrando en mi habitación sin llamar. ─ ¿Qué pasó a
u hija o al hospital porque la niña se cayó y se lastimó. ─ Por el bien de mi cordura y de nuestra relación fraternal, me voy a mi habitación. No puedo creer que estés actuando como un gran idiota, eso no es lo que nos dio mamá. Me da la espalda y sale de mi habitación. Nuestra diferencia de edad no es tan grande, yo tengo treinta y cinco y Luz treinta. Cuando murió papá heredamos la empresa, como yo era el mayor asumí la presidencia. Hay días en los que es simplemente imposible lidiar con mi hermana, hay tantas cosas de qué preocuparse que se le ocurrirá ser la vigilante de una madre soltera. Porque la conozco bien, sé que no fanfarroneaba cuando dije que contrataría a Vitória y lamentablemente tenemos el mismo nivel de autonomía, es decir, ella puede contratar a quien quiera, aunque yo esté en contra. No hay nada que pueda hacer. Tengo dos reglas a las que no renunciaré por nada: El trabajo siempre será mi prioridad. Y bajo ninguna circunstancia debería trabajar o tener una relación con mujeres que tienen hijos, aunque sean muy buenas. CAPÍTULO 4 Mi fin de semana fue una mierda. Sin Carina en casa todo estaba demasiado tranquilo, lo único en lo que podía pensar era en lo hijo de puta que era mi jefe. Todavía no puedo creer que me haya despedido por tal motivo... No tengo palabras para describirlo. Por supuesto, en las emergencias ella es lo primero, pero otras cosas, como los médicos y las reuniones escolares, puedo incluirlas en mi agenda fuera de la empresa y, además, Carina tiene un padre que me ayuda. Le pedí a Rael que se quedara con nuestra hija dos días más. Recibí algunas recomendaciones y voy a buscar trabajo, no puedo estar mucho tiempo sin hacer nada, tengo facturas y una hija que mantener, si viviéramos de la pensión, nos moriríamos de hambre. Me miro al espejo y me gusta mi apariencia profesional, esto alineado con mi CV es un buen comienzo. Antes de salir, oigo sonar mi móvil, miro la pantalla y no reconozco el número. ─ ¿Victoria? ─ Escucho una voz de mujer. ─ Soy yo ─ digo mientras recojo mis cosas y salgo de casa. ─ Ella es Luz Bueno ─ Me detengo en seco en cuanto escucho su nombre, es la vicepresidenta y hermana de ese idiota. ─ Quería hablar contigo en persona. ¿Podrías venir a la empresa? ─ Si me vas a pedir que no demande a la empresa ni a tu hermano, debes saber que eso está fuera de discusión. Lo más pronto posible r