Miranda Martin estaba en
nca le había mostrado ningún tipo d
eranza. "Edwin, hoy es el quinto aniversario d
ecorada con globos y rosas. A pesar de que su reunión tenía que hab
ento", respondió él, con u
apenas terminó de preguntar cuando escuch
, me du
ia la invadió. "¿Está
ccidente", resp
untó Miranda con voz temblorosa. "¿O l
e eso ahora?!". Edwin ya est
us ojos se enrojecieron y su corazón se hundió
jo: "En ese caso, cancele
in le diera pala
sorpresa, simplemente
a y las lágrimas empezaron a deslizar
botella de vino y se
la noche, sali
r, miró hacia atrás y v
gro. Tenía un rostro definido y un c
ervando de pi
ura y sus largas piernas. Sus mejillas sonrojadas parecían flores de durazno, y sus ojos almend
mucho
el hombre. Estaba dudando en entrar al ascensor cuan
uguetonamente su corbata y lo
de su cuerpo lo tomó por sorpresa. Él se ten
a cuando la mujer entre sus brazos
sentían suav
casi se resbaló. Justo a tiempo, el hombre
uertemente, lo que hizo que
ontra la pared del ascensor. La parte posterior estaba fr
unto con el frío, por lo que dejó es
ntadora que aumen
tió como si la arrastraran profu
señaló la llegada del as
imo había sido
su corbata, ella susu
oyó en él y su cálido al
uación muy
re se volvió inten
ro con solo una mirada, sobre todo consi