ÍTUL
ba
ías d
rás, pero no tendía dinero, no tenia algún sitio a donde irme ya que no sabía si tenía familia así que no me quedaba de otra qu
cesivo y pensar que siento un poco de alivio cuando duermo, sin emba
ara, al hacerlo había un hombre, bien vestido, pude ver
ntimiento, yo lo regresé
ra que entrara, el lo hizo mien
ie- qué honor tener al jefe d
es -estaba firme- seré direc
¿Y para que
bolsa de monedas sobre la mesa- ah
las monedas para empezar a contarlas, mient
ó-, ella es virgen, val
á más, es la
la -sonrió mira
adre -me puse frente a
edo y
le piden por favor -dec
no soy una mercancía a la cual puede
venderme a los Reyes ¿Porque lo hizo? Se supone
padre me sostuvo con fuerza del
.. Yo no conozco a los Rey
¡Pagaron mucho
a forma -aquel hombre intervino- llega lastim
era señor, so
rma de huir, me cazarían como
señorita.. Es m
co que tenia puesto, un vestido largo que estaba desgastado y sucio. Afuera estaba esperando una carroza preciosa co
do pude ver a lo lejos el palacio, desde casa se veía hermoso, pero ahora que estaba cerca, era más enorme de lo que imaginaba. Las rejas se abrieron dándonos el acceso al mismo, ya estando en las puertas me ayudaron a bajar de la carroza, pud
le preguntó al ho
su regordeta mano y empezó a mirar
manos- tus manos están estropeadas, tu
arnos ese privilegio -dije molesta
oblemas -miró a las chicas- ellas son tu
rumores son ciertos, ellos tienen más de do
�
quienes me miraban con pena o odio, no sabía bien como descifrarlo. Seguí
o se veía costoso, las cortinas seguramente er
n -salí de mi ensoñació
a, la tela de la sabana era de color de las flores, no sabía bien cual, pero era bonito,
prendas -me d
Qu
esos trapos sucios de tu cuerpo
me vea desnuda -fru
, no tengo tiempo -
o hacer ésto?
ras y lo deje caer al suelo, me sentí incómoda por la forma en
mire mi costado, no noté nada-, tu piel es bastante blanca y al parecer no hay rastro de vello en tu c
uedo vestirme? Me
o -señaló una puerta-
siado grande para mi sola, en medio del mismo había una tina llena d
rgiendo mi cabello dentro de la tina con las flores, ya sufici
baño entrar
ie, ellas v
nto cómoda con que otras personas toquen
ue lavarte ahora, su majestades no suelen s
erminar con mi cuerpo, siguieron con mi cabello, vaya que si estaba sucio ya que el agua se to
rto de baño, sobre la cama había un vestido del color del césped y las hojas, éste era más claro y brillante
s m
ñorita -dijo una de las ch
vestido era pegado a mi torso y cintura hacían lucir mis pechos un poco grandes y apretados, no me siento cómo
a el cabello -me enseñó una pequeña caja donde había
ué
cabello, también hay Diademas p
esta bien si no uso ninguna
e haremos un bonito
, quedé en silencio al verme al espejo, me veía tan distinta y..
ar mi cabello, me gust
¿puedo dejarlo suelto? Si
sted diga
o me gusta ese se
concubina de los Reyes,
. ¿Cómo es
a, se
escuchó la mujer gritar
mones fuertes -ella rio
ista, luce
aci
hora no se como se llama, así que mejor
eme -
l vestido me apretaba la cintura, por el pasillo habían pinturas con muchos colores, odiaba
na puerta, al llegar ambos nos abrieron las mismas, al pasar era una especie de tienda
en un momento y no toques nada -asen
libros. Sin poder evitarlo, camine hacia una pintura. Era de una hermosa mujer de cabellos del color de las flores y ojos color del cielo, usa
char la voz de un hombre, voltee y era el
a Am
os, me resultan intimidantes ver
ecirte que el verde te luce
e así es el color de las plantas -mu
entificar, me sentía nerviosa y con muchas pregunta