( Estad
n angustia Gregorio Watson, uno de los contadores de la
rsonal ¿Y me dice que usted no me robo? ¿Acaso piensa que soy estupid
la mano para castigar a toda aquel que se atreviera a traicion
le suplico me de tiempo para demotrasle que soy inocente, le juro por mi hija que es lo
ficientes pruebas para saber que fue usted, ¡Pasará sus últimos días detrás de
su clase de anatomía empezaba a las 10:00 Am y ya eran las 10:30, eso
utos tarde ¿Acaso no toma en s
olverá a suceder_ Le contesta la bella joven_ Mientras la
pero cuando ella se dispone a tomar
pe llegando tarda si no que ahora también lo ha
_ Contesta
la hace contestar, aunque eso pr
otro número?Estoy en clase_ Pregunta ella
tenido_ Le conte
sconcertada_ Al mismo tiemp
e Pregunta Gregorio preocupado por e
ero que pasó?_ Le Pregu
ra, tengo poco tiempo, ven
es papá, voy para a
importante que hay en su vida, es lo único que tiene, ella había perdido a su mad
andancia, pregunta de
gorio Watson, soy su
su padre, el cual estaba encerrado en
s_ Le dice seria
solo
acerca a la reja y le
apá? ¿Porque
a personal, no se cómo hija, te lo juro amor yo no robe nada, el señor Di Valdi me ha acus
durante tres años, nunca has tenido ningún problema, ese señ
pruebas, pero yo no se cómo, porque no robe nada hija_ Gregorio es
había cambiado de manera repentina, en la mañana era una tranquila chica de 22 años que corría a l
e en la comandancia al abogad
enos días, mi nombr
que sacar a mi padre de aquí, el e
á acusado de un robo de más de cinco millones de dólares, el señor Alexander Di Valdi, dueño
nca ha robado nada, esto es una tot
en la cuenta de su padre, hay c
padre siempre ha sido honrado, él es i
ble, era obvio que Gregorio estaba siendo inculp
los abogados de la compañía Di Valdi estaban dispuestos a refundir a Gr
que hablar con él y hacerlo entender que su padre era un hombre
ante edificio donde est
s, necesito hablar c
egunta arrogantem
io Watson, uno de los cont
n_ Dice ella de mane
rse a su padre de esa manera, la sangre le
n, él es un hombre honrado, honest
haciendo un esfuerzo por no arrancarle las extens
lar con el se
r Di Valdi no recibe a
ficio, no iba a perder más su tiempo
uera del edificio esperando al
nte hombre sale del edificio acom
rito muy bien como para confundirlo con otro, desesperada se l
s dice ella con desesperación
cabello castaño, sube a su lujoso auto