reuniones, la mayoría aparentaban ser educados pero destilaban arrogancia, se creían mejores que el resto solo por haber estudiado es prestigiosas universidades y tener carreras que la sociedad
on piedrería brillante, había tanto que llegaba a at
ien siga con el legado familiar. -¿Orgullo? Si claro. Plasmó una sonrisa tan falsa que me revolvió el estómago. Estiró la mano hacia mi dirección, la tomé dudosa, presen
mi universidad, un enorme ramo de flores rojas junto a letras dentro de los globos diciendo "¿Quieres ser parte de mi destino?" Me hicieron enmudecer. No podía creer que se hubiera tomado el atrevimiento de hacer semejante cosa, la incomodidad que sentí al notar la atención de todos sobre mí fue bochornosa. Terminé aceptando sin razona
uridad, sus labios formaron una sonrisa notando con interés mi evidente ansiedad. Disfrutaba verme
lo enamorado que estoy de tí. Me haces feliz con solo respirar y sé que los dos nos complementamos, fuimos hechos para estar juntos. -Oh por supuesto, almas gemelas. Solté una risita sarcástica q
ante azul zafiro era extremadamente llamativo, y por el jadeo que soltó Leighton se trataba de un anillo sumamente caro. Levanté la vista mirando a Liam, este sonreía con a
ijo de padres millonarios que creían que por más eso podían pisotear a los demás. Pero, aún así, debía fingir que éramo
perar más -dijo entre d
la misma respuesta de siempre, porque no tenía el
atrevía a d
hagas
do atorarse en mi garganta
argo no lo haría, como había pas
o bastó para Liam que no
dedo anular. El diamante en el centro emitía ciento
con emoción. Me acercó a él y jun
demás, tío Braxton y Leighton me abrazaro
vam