un susurro suave, pero sé que ella también ha esta
de llorar, pero es tan difícil ahora que mi vida a perdido el sentido que tenia. ¿Qué v
ro pensar que es una horrible pesadilla de la cual muy pr
Ya no me quedan más lágrimas que derramar
stada, derrota
salir una vez más por mis ojos y se deslizan por mis mejillas. Calientes y pesadas lágrimas salen y refleja
a mano se posa sobre la mía y se aprieta en un gesto que trata de se
uele como el infierno saber que nunca los veré otra vez, y que incluso los recuerdos de aquellos colores se h
ciega, E
que se quedan grabadas allí para siempre, como si quisiera que no las olvidará, para recordar mi suf
toy bien! ¡No tengo nada! -sé que yo misma me engaño con mis propias palabras y me hiero sol
avor... -con cada palabra que dice se nota todo el dol
ro. Mi vista comienza a ser borrosa y me cuesta ver algunos objetos. Y siento tanto miedo ahora. No quie
r hacia la puerta de la habitación, con cuidado pero rápido a la vez quito la aguja que tengo en mi mano derecha sobre mi vena.
octor dice, y puedo escuchar un sollozo fuerte afuera-. Trataremos de hacer todo lo po
. «Tu vida depende de un hilo. Un hilo que esta a punto
no puedo hacerlo. Tengo que luchar, por
rio. La mirada tanto del doctor como la de mis padres, están cargadas de una triste
quitar los tumores se llevara a cabo. Tengo miedo, estoy nerv
ntrar en cirugía, y en ese preciso instante mi madre entra dici
con la voz ronca
cia mi cabello-. sé fuerte, hija
casi en un sollozo que segur
pulsera en ella, que claramente el doctor me quitara después porque no puedo estar con ella en la
una niña asustada de cinco años, pe
-lee mi madre por mí-. Y nunca olvides
lenarse de lágrimas y una quema mi mejilla al deslizarse
dre solo asiente y me dedica una ultima mirada, para luego sa
a hacer efecto, todos mis sentidos comienzan a debilitarse poco a poco. Y soy vagamente conscien
ro, todo se
uentro en una inmensa oscuridad, sollozando y gritando, do
e quería mantener lejos, muy lejos de mí. Mi rostro se siente humedo y no es por el sudor,
n siga ahí; la pulsera de mamá sigue ahí. Entonces respiro hondo, creo que esto es lo que
porque todo se escucha t
ta pero se negó rotundamente y por más que insistí el dijo que estaba bien, que él mismo la lavaría, y me canse de tratar de
í corriendo me invade por completo. Comienzo a hiper ventilar y mi corazón late
o en tomar algo para tantear el camino y no chocarme, mis pasos son apresurados así com
ixiada, no tengo la más mínima idea de que hora es pero eso no me importa tanto, entonces bajo por
ra salir a la calle, no estoy muy segura de que sea la puerta
mí misma en un intento por mantener el calor en mi cuerpo. Camino lejos de mi hogar para despejar mi mente, y solo para estar segura
grillos. Continuó caminando un poco más y tomo pequeñas bocanadas d
o llevar mi mano a la zona adolorida. Luego tanteo el cste con u
rá quedado mi bastón, ahora mis
o con pasos lentos para no volverme a chocar con otduro pero blando a la vez. «Otra vez
e mis pensamientos, y claramente no es Evan. Se puede apreciar que se
ne y refugiarme en mi cama. Pero una mano fuerte me sujeta el brazo y inm
agarre no cede, entonces me atrevo a poner mi mirada en donde escuche su voz, no puedo ver como es, pero me
llena el pecho. Forcejeo para que me suelte y así
fin, y me odio por s
edo imaginar haciendo un puchero-
cuerpo se estremece en ese momento. «Esta muy
pero lo único que consigo es que su agarre se apriete
una gran boc
hombre se percata rápi
ca, y yo no dejo de pelear y forcejear. No po
ástima que lo seas porque no podrás ver lo que te voy a hac
pero solo consigo que su agarre se apriete más a mí, tanto que lastima. Inútilmente trat
ara salvarme. Me siento perdida y débil, esto me pasa por salir de mi casa sin que