mana d
EL
os con una cinta negra,p
é vendas
e, Stella. Es
o el
prácticamente a su merced, porque estoy segura que viajó más
tar sentirme
n las sorpre
ntine soltar un
costumbrarte a
se frunc
to-, dame tu mano. Te guiaré, camina co
mo. Estoy desesperada, angustiada
onio no ha sido nada fácil, no ha dejado de aparecerse así
ra
inteligente, perspicaz y muy molesto. Estar junto a él e ir con
as escaleras, baja
rece que Constantine está algo nervioso por mantener una de sus m
se detiene y
ega
stantine?-me escucho de
por ello y yo solam
de estas venda no logro
o decirme «preciosa» hace que
a desatar la venda, y solamente justo en este momento, e
o ha sacado la venda por completo de mi rostro y
ista?-me
cara
la-me susurra en el oído
quería descuartizar a un demonio que seguramente en 0.1 segundos cortaría mi garganta. Justo enfrente de mí, había una gigantesca casa de tres
r-mur
a imp
ole
seguida, para observar esos ojos azules eni
ar, por ésto, Constantine, es
ra que lo observe más de cerca. Mi pulso se acelera y me pongo roja como un to
caro renovar que comprar, así que lo hice por ti-espeta con su voz suave y gruesa. Hace q
r las lágrimas que quieren caer. Me si
por qué, er
ema con la vo
e esperando una respuesta de mi parte, algo, pero yo realmente no sé qué dec
atro personas-musito, soltando
me-. Perfecta para Mary y Owen, diseñé sus cu
ú diseñ
s, de lo qu
is labios de
é haces
ge sus hombros y
é, Stell
ver...
y posa las llaves de
o sa
por vencida, aceptando la l
ápido, con entusiasm
as está del pue
fulla, caminando hacia la c
ber contado más d
ntine reírse y l
e sentí estando en ese auto al lado de Co
, Stella-musita y pu
ana todavía, a lo mejor mi madre se pregunta a donde me metí sin haber av
me sonríe. Constantine me sonríe y se me es imposibl
asas conmigo?-invito, la
que pase
r qu
ndebidas, para serte sincero, Stella, mejor me quedo afuera-su confesión re
n parece querer sa
ita
eriguar qué pensamientos impuros pasaron por su cabeza, y quizá... Carajo. Constantine me encendía a toda costa, debía ac
era un jod
i mejill
indebido, morboso.
n el que sentía que había una f
en la habitación qué co
*
devuelta-digo, dejando
sus ojos-, dentro de dos días el camión de mudanza vend
ro lo detengo, suj
ar y comer algo?
entir timidez despu
de mi agarre y frunzo el ceño-. Nos vemos, llámame c
r dar la vuelta, sub
do algo? ¿Habría hecho algo mal o algo que lo pusiera incómodo? Bueno,
de dos días. Un cambio no vendría nada mal, dejar las malas vibras de acá, la envidia, los
preguntándome qué tal me ha ido con Constantine. Estos do
a mi y para ustedes,¿dó
pollo!-chilla Mary feliz
tiene, sale de su cuarto a comer, bañarse, comer de nuevo y casi que a ver cómo está su hermana gemela, el
so-exclamo entrando a la cocina. La veo
e estabas
asusta, por ejemplo, pregu
rete frente a la mesa. Ella se da la vuelta y arquea una
l ver a Mar
y yo hablaremos de algo privado-pide mi madre y Ma
hado siquiera cuando bajó de su habi
f
rle a mi mamá d
qué,
a vuelta y sigue
que suenen, así, las dejo en la mesa, obteniendo la atenció
s eso,
tomarlas y examina
uelto de golpe, a
llaves caer en la mesa y s
? ¡No podemos acept
o el
puedo. Es... es un regalo mamá, nos irem
stro hogar, Stella-se ni
están malas, ¡todo está mal aquí!-vocifero alto, para que entre en razón-. La casa necesita una remode
están hec
el pastel de pollo en el horno y
zón, yo...
porqué disc
on nosotros, pero es mucho y... se me es imposible
or lo que tendremos.
lo que
con la comida-. Hay que empacar lo más importante,¿si? Y maña
sonrisa llena en felicidad. No dudo en da