tración. Estaban de pie frente al mostrador, una beta tipeaba en un ordenador los nombres d
os niños, este era su tercer año en el campamento como trabajadora
gustaría que ya los envíen a sus cabañas correspondientes. Ya tienen
gnaremos en las otras cabañas. Pero antes de tener el celo deben estar en las cabañas compartidas junto a l
ue había, para esperar. Bange empezó a hacerle un montón de preguntas a Taero sobre su viaje al caribe. Sus pa
o nosotros es a las montañas. - Habló despe
vacaciones, les diré si puedes venir. - Misha sintió una gran en
í, a pesar de lo encantador que era Tae su atención se fue a sus papas cuando escuchó el número de la cabaña c
aseó como arrancaba ese letrero, lo rompía y le prendía fuego. Si pudiera elegir ent
le hizo la pequeña bromita. El rubio tenía la guardia baja, se cubrió la boca con l
o, viendo como Tae coqueteaba con su hermano... Sus papás
ha se puso de pie para despedirse. Adela lo abrazó sob
ación. Su papá también lo abrazó, luego siguieron con Bange. - Que gusto verte Tae, saluda a tus padres por nosotros. - Adela sali
ña, nos vemos luego. - Se fue saliendo. Tae iba con él, se despidió del rubio con un gesto de mano.
del campamento lo llamara así. No le molestaba mucho, le parecía hasta bonito. Pero era irritante cuando lo
do. - ¿Quieres que llame a alguien que te ayude con eso? - C
ió, la mujer se apartó
momento después otro trabajador del
a, bueno
las maletas, Misha tie
e acercó y agarró ambas maletas como si fuera
estaba seguro de que le miraba raro. Le hacía sentir incomodo cuando se ofrecía a ayudarle. De todos modos hicieron el trayec
cabeza con una expresión de duda. Insistió. -
re cuidarse, de abusos, violaciones y favores sexuales. Le había explicado como prevenir, mejor eso
dentro. Se alegró, dejó pasar al mayor que buscó las camas vacías y bajó las maletas. Misha se ade
o al rubio. Nick y Deivid. - No puedo creer que estemos en la misma cabaña, va a ser diverti
elo? - Se burló el rubio, sabia que Nick tenía la edad
Deivid, era otro niño odioso algo menor, pelirrojo. Ambos creían que iban a ser alfas, y en consecu
rmano menor se veía confundido, pero el rastro de enojo iba llegando a su rostro suavemente. - Aléjense de él. - Tal vez, su h
demia privada. Era el más fuerte y rápido en el campamento, tenía records en casi todas las actividades.
jo en la voz de Bange
en la cara de su hermano le hacía creer que Bange pensaba q
la mano en el hombro, se le fue el aire al rubio. Bange carraspeó y salió de la habit
o sabía si abrazar o no a Misha. Asumió que el menor estaba asustado, intentó darle
ba. Lo malo era soltarlo y ver su cara ahora, no tendría el valor.
le jaló muy suavemente de la cola de caballo, en un gesto juguetón
n. - Íbamos al lago ¿Vienes? - Escuchó a Bange reclamarle esa invitac