as de Ángela y de Nancy, y ambas comenzaron a temblar.
ó su temblor y le pregunt
ed era el dueño de este hospital! ¡Es terrible!" Este hombre frío y sin sentimientos que ahí estaba parado en
Hospital Chengyang ha sido cerrado bajo l
ablos está hablando? ¡Mi hermano es un gran médico! ¡No dejaría que el hospital cerrara bajo su dirección! En cuanto a usted, ¡e
n así le preguntó: "Entonces, ¿a qué viniste aquí? ¿Viniste sólo a
ñor caradura al
: "¿Cómo me llamaste? ¡No te a
elada! ¿Cómo se atreve a decir que soy un desastre? ¡R
s ojos con rabia. Cuando los volvió a abrir
staba actuando de manera muy arrogante, pero no la presionó. Simplemente le dijo a su asis
Sr.
sacó el teléfono celular e
ncy, ve a almorzar. Lo seguiré a su oficina y veré qué quiere ese h
que él la miraba. ¿Cómo podría lid
r a Gonzalo?" Nancy estaba
y le dijo: "Tengo que
ella hizo un gran esfuerzo para abrirlo de
el subdirector
te, estaba muy limpia. Todos los muebles, tales como el
cogidos y agrupados por su asistente. Luego se quitó su bata blanc
primera en hablar. "Sr. Gu, lo siento
o lavándose las manos, no re
asado. Por esta vez perdone a esta pobre enfermera, ¿sí? Tenía algo urgente que resolver,
engo que hacer para que me dejes ir!" Sería algo vergonzoso si la despidi
y limpia del armario de desinfección y se secó las m
bruscamente: "¿Q
tenía que explicar? Si le decía la
ondió de manera llana, "No significa nada. ¡Si
es lo que haré..." Estiró lentame
¡Le diré lo que eso significa
o en la oficina. Álvaro se recostó en su
o cabelludo hormigueaba bajo s
sus tartamudeos de mane
r al Hospital Yao?" En realidad no querí
gonzada. ¿Cómo podía decirle qu
es rosa y blanco de las enfermeras. Sus mejillas estaban un poco ro
rme a responder
ién puedes dirigirte a la salida
sonrojó. "Está bien, se lo diré... ¡Pero no
ría avergonzada si todo
, le contó su secreto. "Tengo un compañero de clase... que entró a trabajar en el Hospital
e ella estaba pensando porque su expresión facial mostraba su deseo por el am
co también es sagrada. ¿Cómo puede ser posible que quieras empañar ese hecho viniendo
timidez se convirtió en odio. "Ya le dije la razón,
erdonaría si me contabas el por
a que él no había dicho eso, así que frunció el labio y dijo: "Está bien, ah
que ella pudiera preocuparse por lo
orrigió angustiada. ¡Había sido muy mala suerte para ella el hecho de conoc
o y desarrollando varios programas médicos importantes en este momento. Sospecho que quier
iado a un hombre tanto como a él! De modo q
Ahora ya no quería quedarse, ¡pero ya no podí
", le ordeno él con
rotó la fre
come
varias veces y nunca lo he ofendido. ¿Por qué no me quiere dejar en paz? ¿Sabías que él cree que la razón por la q
o que pasó y no te cause problemas". Nancy miró a Ángela con preocupación en sus ojos. ¡Ángela hab
cabeza. "Tienes razón. Lo evitaré de ahora en a
s que llame a Gonzalo? Quizá él conoz