ar mi alrededor, ya no estaba en el bosque sino que estaba en una clase de celda, las paredes eran de piedra había rejas incluso hasta en
para saber cuál era el motivo y sentí Una venda que tenía alg
mi encuentro con ese demonio y de ahí solo recuer
para mí mismo. – ¿Pero lo más
es cuando escuché que abrieron las rejas, puse mi mano para que de ahí saliera una flama, pero no pasó na
res aquí? – dije respirando muy f
z era un guardia, no parecía muy mayor a mí ñ, su piel era morena de cabello y ojos negros, me m
estoy? –
ado. – Estás en Nova o más bien est
la frontera, pero eso explica porque mis brazos y mi ropa están desgarrados, ese m
mirando al guardia con autoridad.– Ten
lo miró y soltó
o luchaba contra los rebeldes.–Después de haber invadido nuestra frontera, no me hagas reír.– dijo dejando la bandeja a un lado de mí casi tirándola.
ase de gachas de avena pero por su apariencia parecía que incluso
sitaba dar ese mensaje y salir de aquí, mientras estaba absorto en mis pe
cara en su mano, podía sentir sus filosas uñas en mis mejil
z.- dije con desprecio. -
tono que no iba con sus palabras. - Además....- vi como en su boca se formaba una s
z pero esta vez, no me apretaba solo estaba clavando sus garras, los
o reino? - sentí con se clavaban más en
o iba a responder nada ahora, mi estrategia iba a ser no decir
ador de Elova y vengo a hablar con la
e que no te creo.- comenzó a c
r este demonio lo demás como mi nombre, mi r
furia. Pero no respondí, sentí como sus uñas habían hecho una pequeña perf
uedarte aquí a morir.- me solto de una manera tan fuerte que caí al duro piso de piedra, m
consciente de que era el ú
me con los demás prisionero
vez, me daban un vaso de agua Pero era pasando un tiempo, comenzaba a sen
o no ayudaba a qué mis heridas se curaran, pero si me la sacaba moriría por el clima, h
hombros con brusquedad, vendaron mis ojos y me arrastraron quien sabe
ra visualizar dónde estaba, lo primero que vi fue al demonio, pero esta vez no estaba solo, había, un hombre muy bien ve
sto nuevo rehen?-
es muy hablador.- r
se acercó a mi. - Empecemos por lo simple ¿Qué te parece muchacho?- sabía lo que se venía.- ¿Cuál es tu nombre? - n
nada por lo cual me gane recibí otro golpe con el látigo en la cara.- ¿Tanto orgullo tienen ahora los de Elova? no he escuchado que res
s tu cargo? - escupí al suelo sin bajar la mira
no va a decir nada.- di
sabe hablar? - pregun
ijo el demonio el cual solo miraba
barba me miró
ros. - Seguramente es otro soldado, pero que
las buenas.- Espera ¿Esto se
ntaron y me pusieron un par de esposas que estaban arriba, ahora mis manos
ía, solo pude soltar un grito que resonó en todo el cuarto. - ¿Vas a responder ahora? - volvió a decir el hombre pero no respondí, recibe más latigazos se
ó la puerta, se trataba de un joven pe
zos pararon, agradecí a los d
quí, pero ya no tenía fuerza pa
jo, me soltaron y caí al piso frío, me to
rrumpir mi interrogatorio Alexander? - e
u majestad.-
¿Ella manda esto? - Y desde cu
l joven.- No le den agua y comida por u
ambre desde que llegó aquí
sentí como me arrastraban pa
, ni siquiera me quite la venda, dolo me quedé en el piso y cer
e alguien me quitaba la venda de los ojos, se trata
aún sigas vivo después de todo lo que te han hecho.- si me lo hubiera dicho otra persona lo hubiera
s preguntas. Por lo cual con un hierro rojo vivo me lo pusieron en el pie, grité tan fuerte que estoy seguro que hasta me pudieron escuchar hasta Elova, pe
ente no tuve tanta suerte pues volvieron los latigazos y sin comida, otro día uno de los guardias comenzó a darme
se llamaba Dominic, no respondí y volvió a sumergir mi ca
lo mejor después de todo este sufrimiento era el mismo infierno, pero solo podía pensar en mi m
taba todos los días aunque y
a.- dijo mirando mi estado, segura
- dije con un hilo de
demonio sa
ión a todo.- me volvió a colocar la venda en l
n en una habitación, pero está olía a hierbabuena po
de dónde venía- Póngalo en la silla.- los guardias volvieron a tomarme de los hombro
venda.- las manos del guardia dejaron la venda. - solo lo t
n en una habitación, pero está olía a hierbabuena po
de dónde venía- Póngalo en la silla.- los guardias volvieron a tomarme de los hombro
venda.- las manos del guardia dejaron la venda. - solo lo t
ervían una clase de líquido, pero no podía identificarlo, hasta que me lo acercó a mi boc