zaciones, muchos me miraban como si yo fuera un completo extraño y era verdad. me miraban con r
y corto sentada en un escritorio mientras fumaba pipa, tenía un parche en el ojo, su vestimenta
ombre llamando la a
a la mujer Se sacó la pipa de la boca y me miró directamente, sentí como su mirada recorría todo mi cue
ni siquiera nos habíamos presentado por lo cual no lo tome a m
respondiendo ráp
Gorgón dándome una fuer
o a meterse la pipa en la boca y
nada. –di
chicas se encargarán de sus heridas. – Vi como Gorgón
scritorio y caminando hasta donde estaba yo, puse su
hora todos me miraban diferente, como sorprendidos de que haya salido con
la primera vez que
problemas con la parte norte como para que más personas vengan a mi zona. – algo me dice que no hubiera
inaba me trajo un plato de estofado, mie
yo lo prepare. –
vi como otra me ponía un vaso y servía un poco de jugo mientras me veía igual
oy un hombre apuesto Y
bamos al bar a beber muchas de las chicas ahí también ofrecían otra
dijo Rubí fumando. – Toda esta zona está llena de
iere decir que muchos de ellos eran criminales o paganos, se supone, pero se veí
? – Rubí llamó mi
– re
vamente hasta la choza donde habíamos estado antes. – A
espada en el cinturón y estaba mi e
responder, pero me inte
o héroe. – dijo molesta. – No hay que ser mu
diré nada de la
spués de todo si no pudiera confiar en ti ya te habría matado. – lo dijo tan natural que
pesada, no sabía cómo iban a reaccionar a lo
rontera. -dijo lo que Rub
Nova? ¿Estas enfermo?
todo. – no quería decirle que era mandato de
- dije de qué manera sería. – S
ía y empezó a sonar música. - Todos ellos eran esclavos, las chicas eran vend
s hogares. – pregunte, aunque
y aquí solo somos animales para los riquillos. – sabía que no quería volver a No
ución la violencia sólo generaba más violencia esta gente d
está bien todo lo que haces
es. – no me esperaba esa respuesta de su parte.
miento mi madre me inculcó que yo debía ser uno de los cuatro grandes héroes, de hecho, desde mi niña conocí a la anti
e puso los ojos en blancos – ya comenzaste con el discurso del héroe de corazón de oro
rio decir más palabras. Me hizo una señal p
mera vez que la veía en persona y tengo que decir que expulsaba un aura que te ponía la piel de gallina. – Ahí vive
, entonces seguramente tenían un hechizo así pero
je en voz alta ella sa
ro pide algo a cambio. - se señaló de pies a cabeza. – Haremos lo
ue ir yo solo por el hechizo, pero sé que en esta
quieres
para luego soltar el humo. – Solo te devuelvo el favor, ademá
te, saber que posiblemente moriría antes de cruzar el r
ña vacía a lo cual ella estaba encantada, todo el tiempo no se soltaba y me colocaba los pechos en el brazo como un
al lugar donde siempre vamos a beber se nos insinúan todo tipo de mujeres, Izar por su lado siem
jé mi espada a un lado junto a mis cosas y me recosté en la cama de paja, escuchaba la música de la gente,
llevaba un vestido apretado de color rojo que mostraba su escote
ra que eres un héroe entonces olvídate del plan. – explicó. – Ves esa orilla. – asentí. Era u
a solo segu
ieres ir hasta allá, pero, en
blanca con un chaleco de color negro, pantalones negros, lo único que conservaba que era mío eran mis botas
rdín, las ventanas tenían telarañas y las rejas estaban oxidadas, ahora entiendo por qué d
hombre que no se veía muy mayor, debió haber tenido unos 60 años, tenía bigote y estaba en bata cuando, vio Rubí
ho más cariñoso, cuando el viejo se pe
. – dijo de man
- No dije nada solo incliné la cabeza para indicar que est
or donde comenzó a beber con Ruby y yo tenía que servirles a cada mo
poco más y cuando se iba a llevar
se fueron primero y que quedé ahí un momento para después seguirlos, el viej
e, un momento Rubí empezó a besarlo y yo aproveché para entrar a la biblioteca y esconderme en
dioses por qué no tendría que verlos ni oírlo, vi que se habían alejado y que
me explicó que tenía que buscar un pergamino con un sello azul, tenía que darme prisa, pero había tanto desorden que era casi imposible, cuando log
nstruosa, rocas afiladas y su agua esa tan fría que pod
apaguen sus gritos" – tome la dama que escondió en mis botas, corte l
escuchaba como el agua golpeaba a las rocas, solo se escuchaba como la
Suzu subió y lance la pequeña nave al agua, comience a remar lo más rápido que podía, con la poca luz que tenía de la luna era complicado, pero si no
esperarse y comenzó a golpear
un hechizo de viento para mover más rápido el pequeño bote, pero era difícil y n
ha, uno de mis talentos era que tenía buena puntería, la lance y
física, con la cuerda atada a mi cintura aquí te tome las riendas de Suzu y salí a la superficie solo para
ue lo había logrado, me incorporé rápidamente y jalé la
cuchillos, con un pequeño hechizo traté de calentarme las manos, aunque era muy difícil, después caí de rodillas
el más calmado, el que nunca quería pelear, logró entrar a reino enemigo, pero tamb
diera el resto de troncos, una vez encendidos logres calentarme un poco, me saque la capa y la camisa para que se secaran un poco y todas mis pertenecían, lo único que no logre salvar eran mis mapas, eso era un problema
je especial, el antiguo héroe debe seleccionar a un pupilo para ser el próximo al mando, y después de que
aba atrás, pensando cómo entramos a
sustado por algo que estaba atrás mío, voltee para verlo y no había nada pero cuando mire al suelo, ví que mi sombra no se movía, se había quedado en el lugar donde yo estaba sentado ¿Cómo es posible que una sombra no se mueva? miro un rato en el suelo no sombra que se reflejaba por la fogata, tr
nemos aquí? –dije con voz
a mucho más que la de un ser humano, su cabello era rojizo y ondulado, la ropa que llevaba era algo extra
llo. – Aparte que...– me olfateo para que...- Que apes
dije con el poco a
rzas, pero era en vano. Al ser un d
ientras se reía aproveche su descuido, tome uno de los troncos encendidos que estaban en la fogata y se
niño bonito. – era sarcástico un momento es
enojado ¿Molestarlos? Pero ellos son los que nos a
los ojos
me acerqué más para asustarlo. – Es
iglesia de los cuatro soles, era
edo. – se b
en estaba atrás mío hice la espada para atrás y logre golpear al demonio quien grito del dolor
de perra. – exc
ó de la cueva lo seguí para esta atento, pero cuando mire afuera solo recuerdo ve