ión po
bueno me fuera a pasar, por unos minutos y permanecí observando un callejón entre una heladería y un supermercado. Mi auto se encontraba estacionado, mi chofer
stás mirando? -le
. Yo no tengo la culpa de que hayas
guía mir
vitar a pasar es
a id
a adelante y me ac
e pregunté al idiota de mi amigo q
anto te inte
tranquili
tanto hablar y pasar una tarde, me retiré del lugar con Leo, lo invité a mi ciudad, él recogió sus cosas y se marchó conmigo, pero yo quería comprar algo y nos detuvimos justamente en aquel supermercado donde permanec-susurré
se veía enojada. Me acerqué a ella lentamente. Y esta al percatarse de mí, me miró mal,
algo aquí -masculló ella
o buscar aquí? -le
te vayas! -e
té furiosa-. ¿Quién te cr
res, ¡lárgate d
voy qué? -m
ue lo último que dijo
ito carácter t
la vi afuera conversando con unos hombres y me puse furioso. Pasé a
pagarás
había investigado su nombre. Ella me las pagará, a parte de que es humana. Entré al auto y m
Oy
e. Es aquella chica que anda con e
migo. ¿Es una mujer
hu
tomar su
l supermercado. Me la va a pagar. Alguien
no se supone de que ella de
aberse acercado a mí con amor, pero hizo
rio él-. Vas a tene
é frus
te me
e alguna forma u otra, iba a investigar ciertas cosas de el
*
uré de que no hubiera nadie. Rápidamente me convertí en lobo y corrí tras mi presa. Así en mi forma me lancé sobre sus amigos y los ataqué, ella salió a correr y yo co
tá bueno por
e mi amigo me esperaba, él sabía del
e Leo? ¿Acaso
ente eres e
erte Leo. Además ella necesit
i siquiera sabe de que eres su mate. Poco a poco le exp
po. Ella va ten
dad al amor de tu vida y q
r. Yo sé lo
ue conste. A las mujeres h
taba buscar una forma para tratar de como yo podría acercarme a ella. Era odiosa y distante. Pero con sus amigos yo la solía ver muy distinta. Y no podía negar de que yo sentiera celos por esa mujer verla conversand