opias reglas. Casi nos habíamos asentado en que el sexo era bueno, no excelente, pero me preg
ardo: simplemente elegir por mí mismo y no permitir que nada se interp
ni contacto, ni
endo y la había visto conseguir su trabajo en la Revista Alto Emporio, pero eso fue completamente por accidente. A una de las pocas personas con las que inten
el mismo apellido, lo que sólo podía esperar significara
ndarme. Sentí que estaba abandonando a Abigail en su día, pero no pude evitar sentir una mezcla de emoción y aprensión. Mi corazón latía
iertos y pasos sinuosos salpicados de pequeños pueblos y puestos de avanzada a lo largo del camino.
encioso. El aire frío entró por la ventana abierta, limpiand
torno. Estaba en las afueras de la ciudad, donde la montaña se alzaba sobre mi pequeño te
í que mi moderna y lujosa casa en la ciudad. La cabaña era acogedora y cálida. Estab
de la ciudad. Pero a lo largo de los años, hice algunas actualizaciones, agregué todas las comodidades modernas q
s y, a veces, a mi familia extendida. Pero Abigail y yo teníamos plane
coloridos, pero todavía en buenas condiciones. Fotogra
aba limpio y el aire olía a fresco. Sabía que tenía que ir al sup
al venir aquí y sentí que mi cuerpo se relajaba, músculo por músculo. Estaba listo para
irigirme a la pequeña tienda. Como todo por aquí, me tomó
ta que haría antes de que llegara Anya. Las caminatas de principios de invierno fueron mis favoritas. El bosque estaba
Anya mientras ponía mi plato en el lavavajillas. Solo tuve un puña
nquilas como ésta eran las que más hacían que extrañara a Abigail. No fue difícil ver que había llenado mi vida de distracciones durante los últimos años. Pero aquí
y una parte de mí siempre la amaría. Pero, ¿era hora de dejar atrás lo que pensaba que sería mi vida y comenzar a planifica
. Tal vez simplemente significó comenzar un nuevo capítulo
a pensar. Dándole vueltas a la idea una y otra vez, hasta que quedó
ría que me quedara congelada por el dolor. Ella querría que viviera. Nunca la olvidaría ni los años que pa