endo a la muerte, cuando
que la canción es alegre, no logra levantar mis ánimos ya opacos.Voy rumbo a quien sabe dónde ,solo siento necesidad de caminar, de h
o y cruzo la avenida por la cebra, pero un carro frena estrepitasomante y me detengo en seco. Casi me choca, por u
medio loca!!!-,
, así que salgo de mi shock y em
mente eso lo que soy, será la
dejan conciliar el sueño?¿No habrá
aliento, no merece la vida que la
endo a la muerte, cuando
tía, con quién vivo, y la cual no pierde un segundo en recordarme la carga que soy para ella, siempre dice que soy un estorbo, que no tiene tiempo pa
poyo en la baranda, y miro hacia el vacío.Me q
agotado, deprimido de tanto sucumbir en el olvido y la ignorancia de los q me rodean. Me une una conex
s, que están agarradas fuertemente al metal, y mis talones que se arriman al pequeño pedazo de
que sentiré está sensación tan hermosa de disfrutar de los aromas del mundo, de este mundo al que le parezco tan poco, tan poco como para haberm
r de sentirme viva, porque cada segundo que transcurre siento como mi ser me traiciona, como cad
una sonrisa se dibuja en mi rostro , siento que puedo volar
ue ni siquiera llegan a abrir los ojos y apreciar lo bonito que es el mundo, pero yo pude hacerlo, al menos me voy con un rec
nda, sólo estoy a instantes del propósito que me ha atormen
ión un grito desde mi espalda, no abro los o
alguien interrumpi
eres?¡ No prives al mundo de tu
invisible ante los ojos del mundo!!-, le co
nimales, me encanta como sonríes cuando ves a alguien haciendo algo bueno o cuando te agradecen cuando tú misma lo haces, el enojo que reflejas cuando ves alguna injusticia o cuando alguien maltrata una criatura indefensa, admiro por horas cuando te sientas en el parque por las tardes a leer tu libro
scuridad, como la que hay
s, por ejemplo, te prometo que llegarás a amarlo con intensida
ste mundo, y mi hora de partir ha llegado. Mi cuerpo y mi
ca, no sucumbas ante el miedo, no desperdicies la oportu
a nadie, sólo soy una
eso, me im
, nunca le había
e me ha observado
cuándo
no se había
los ojos, girar y agarrar la baranda nuevamente, pero esta
mi, pero los de él tienen destellos de luz, sus preciosas mejillas ros
lo negro cae en pequeñitas puntas sobre su frente. Extiende una mano hacia
rá mi oscuridad y me