iero tener que hipotecar mi casa cuando me llegué l
xagera
enfrente de mí. Al leer rápidamente me di cuenta que algun
to-llamé a mi secr
, ella entraba con u
e, J
ocumento mien
. También necesito que cambies
ano, y dijo con seriedad-. Los
saliera de mi despacho-. Sandra, ¿puedes hacerme el favor de decirle a mi hija
me miró
ntendido ella no quería que fallaras a la cena
gesto al trabajo que tenía por delante-. Pero estoy hasta el
ana. Hasta donde sé, Mariana tie
prendida por esa
Có
to de obviedad
Ha estado esperando
cabeza cuando emp
migo. Por lo del trabajo y todo eso-me detuve mientras miraba a mi secretaria sin t
Sandra estaba
l trabajo estará mañan
en
no llegar tarde. Y por favor, consigue una reservación en un buen r
Haré una reservación en
ara después decirle entre risas-
señ
mo un militar, negu
mientras continua
a y su novio, se encontraba muy cerca de la oficina. La cual era la razón de ser mi favorito. Aparte de la
sualizar a Mariana mirándome en reprimenda. Per
hora prevista, era
i mesa. No tardé mucho en localizar a mi hija entre tantos comensales
instaló en mi r
an que se viera más exótica. «Si es que eso era posible» Mi hija era una belleza que podía dejar hechizado a cualquier hombre que quisiera. Por eso
icación y confianza qu
darse cuenta de que había llegado. Por la forma en q
era la madre
diez minutos de tardanza, pero el maître me dejó en mi me
e-me regaño mi hija al e
e de ella, para tener una vista perfecta del pretendien
a no dicha en voz alta-. Intenté llegar lo
ajo. Por suerte Bruno ha decidido ir al baño
oír el nombre del
Cuándo pensabas decirme que tenías novio? -al escuchar mis
no va a cam
Qué creías que seguía haciendo? ¿J
iminando al no darme cuenta de que los años pasaban y que ella ya no era
l comentario t
aría mal. Sandra tuvo que decirme para que me enterará ya que mi am
miró exa
ecirte nada porque realmente
detuvo
Bruno? ¿Él es
signo claro de que se
icará salió de su rostro-. Y tan ardiente. Nece
onuncié la palabra "sexy", y seguí diciéndole-, lo importa es que tra
me miró
n él o tener sus hijos. Hasta ahora, siento que podría-hizo comillas con sus palabra
sto al camarer
stoy juzgando tu gusto en hombres. Solo digo que d
reguntó por lo bajo cuando l
tando la sonrisa de golpe-: Pero sobre todo como te traté, Ma
te de su tono e
uy apenada y roja que se
camarero, el cual claramente se sentía incómodo con la conversación que estábamos teniendo. Decidí ignorar
conversación para más adelante. Te
ón mi hija, cuando una voz
onrisa para ver al pretendiente de mi hija, giré mi rostro y
PUED
nte, y mi torpeza se fue incrementando al terminar tirando una copa
mesero, empecé a le
e cuenta que su novio no dejaba de verme. Casi
placenteras de mi existencia. Sin poder evitarlo, mis ojos bajaron a su entrepierna, y
jo. Por parte de mi hija, ella se encontraba con el rostro rojizo, lo cual me
presión, pero sentía
tía at
co cansada, pero créeme cuando te d
jos, y aunque su rostro era neutral, esos ojos est
-me miró mi hija sin darse cuenta de la tensi
on la mirada fija en mí, y mi mano to
mente,
de él, me hizo resp
todo se v
s que deseaba estar lejos