s oídos. Suelto a mi madre y ella pone ambas manos sobre la puerta abriéndola de par en par, la luz de la habitación me deslumbra por completo, pero cuando mis ojos se acostumbran veo a vari
estido tienes- Me abra
e que se vería mejor sin estos gua
padre, parece que ambos se pusieron de
decido dejar de insistir,
umpleañ
de vino en la mano derecha y en la otra tiene un racimo de uva
re lo fulmina
ños número decimosexto de mi hermanita- Se para frente a mí y me ofrece l
ntre mis manos temblorosas, estoy a punto de
una niña- Le regres
Pone una de sus manos sobre mi espalda y me empuja levemente hacia mi hermano. -Estoy seguro d
a, aunque no me puedan ver, tengo una
o te sobrepases co
o una pequeña risa y la acepto sin dudarlo, ambos nos a
eliz. -Cuando naciste, padre y Hera no quisieron enseñarte al mundo como normalmente hacían, a
sorprendida, miro la copa y la muevo levemente
eguido de una combinación de algo que no logro descifrar, ambos sabo
esta! - Miro a
Me dedica una sonrisa. -Veamos.
y tengo ganas de hablar con todos, veo a dos mujeres hablan
s? - Señalo de
? -Pregunta con curi
guantes, puedo sentir como las palmas de mis manos suda, de forma instintiva me seco las m
para estrecharla y yo lo hago de forma nerviosa, Atenea ladea levemente la cabeza y frunce un po
pensé que no existías- Atenea suelta una pequeña risa
ella, Atenea se rasca l
piento de haber pedido que me organicen esta fiesta, espero termine pronto- Me reprocho en mis adentros
eus y Hera tuvieron una niña, todos esperamos a que nos
tación? - Pregunto
s sus hijos, por eso, al ver que no nos llegó ninguna invitación, creí
deberes de dioses, pero no tenían contacto con nadie, al inicio creímos que algo les había pasado, ya luego creímos que todos esos rumores
ndida de tan sólo acordarse. -Nadie se esperó que construyeran este enorme palacio en los rincones
ntar por ellos, muchos estaban preocupados, pero nadie quería buscarlos, por