dr
olo quería escapar de mi realidad, pero sí siento algo por él. Me duele el pecho saber que se acuesta con otra. Sin embargo, quiero escapar de esta jaula, deseo ser libre y no seguir a
a su antojo sin restricciones. Gracias a mí, ella es una mujer exitosa; por medio
televisión, en internet. Esa mujer era una embustera e hipócrita. Ella y mi padre eran lo peor que podía existir sobre la faz de la tierra. Ahora
puede enamorarse. Si bien Marcus desea casarse conmigo, quizás para aparentar una farsa o pue
el viento sopla. Todo es libre allá fuera y yo... no soy nada, solo una máquina monetaria para mis padres. Me sumerjo en mis pensamientos sin dejar de ver la osc
de lado, algún día haré que pierda su fama. Todo lo que me ha costado a mí, lo reclamaré cuando sea la señora de Taylor. No
e Marcus Taylor, sobre sus empresas ganaderas y frutales. Resulta ser un hombre muy misterioso y c
mis cavilaciones al senti
re verla -asiento mirando hacia el exterior.
a
o -replico sin
*
o top y tacones altos negros. Dejo mi cabellera roja en ondas y me coloco una diadema dorada. Río satisfecha al verme bien vestida. Esta mañana me toca sentirme libre, relajada. Es
omo las hojas muertas
Mis padres están sentados en el sofá, a un lad
un suave beso en mis labios. Mi madre soltó un
ylor -observó Marcus y él sonrió mirándome fijamente. Al parecer,
ien -respond
a. Mis padres están organizando todo en la mansión. Ahora, tú y
ave. Ninguno decía nada. Miré la carretera, absorbida en mis pensamie
e que siguiera hablando. La verdad, no tengo ganas de perder el juici
o de tema. Realmente era deliberante sentir un hinco de celos
de ver la autopista. Colocó su man
s veo por las redes. La última vez que los comí tenía 17 años, aún estaba en la secundaria. M
mirándome de reojo. Asentí suspirand
a boca. Quizás mi salud no era buena y comer tanto dulce podría hacerme daño, pero qué importa. Esto no es nada c
que llame la atención de todos. Te po
a deleitada. Haré todo lo que él qui
, color negro, al estilo corsé, en torno al busto, con lazo ajustado a la cintura. La falda era de capas de raso y terciopelo. Los tacones altos plateados perlados. Me asombré al
usurré cuando estacionó el auto
cuerpo. Sentía el bulto sobre su pantalón, el cual desbordaba un deseo carnal. Su lengua jugaba con mis labios, provocando miles de moléculas alrededor de mi ser. Estaba empezando a sentir deseos lujuriosos por
uspiró bajando del coche mientras me ayudaba a salir. Llamó al guardia para
el guardia subía dejando mis compras. Los ojos de ella no se quitaban de mí. Al llegar cerca de
te al vestirte
lestara. Miró las cosas que venían en las bolsas de compra, negó enojada mientras sa
erda todo lo que me debes. Debes cumplir tu parte. No creas que dejarás a medias los libros que voy a lanzar a la editoria
podré ser feliz. Mi madre lanzó mis cosas al suelo enojada y salió de mi habitación. Mi coraz
mada entrante. Descolgué
una hora. Antes de la fies
n, voy a
Charlotte le molesta verme feliz,