Marcus Taylor tenía un único objetivo en mente. Casarse con la hija del hombre que había destrozado a su familia. ¿La venganza hasta el punto de verlos destruidos no sería suficiente? Apoderarse de esa presa y recuperar todo lo que una vez fue suyo se convirtió en su propósito a través de su venganza. Andrea, una escritora fantasma, vive en una existencia sombría donde es tratada como un objeto monetario por sus padres. Su deseo es la libertad, escapar de esa jaula dorada que la asfixia día tras día. Su única salida parece ser Marcus Taylor, el magnate en quien ella cree encontrará su liberación. Lo que Andrea no sabe es que su decisión traerá consigo consecuencias del pasado que afectarán su futuro. Ella se convertirá en la presa perfecta para aquel lobo hambriento que está listo para atraparla. "La venganza puede durar un día, pero la pasión perdurará toda la vida"."
Marcus.
Tenía una meta y debía cumplirla, vivir como si nada hubiese pasado, ¿Olvidar lo sucedido en el pasado? ¡Eso jamás! Yo no olvido los que estaban involucrados en mi horrible desgracia, no olvido lo que presencie desde mi temprana edad, ahora solo tengo sed de venganza y esa venganza será dulce como morder una manzana roja por fuera y podrida por dentro llena de odio.
Mi nombre actual es Marcus Taylor un hombre de 27 años, apuesto sin duda con mucho dinero, uno de los magnates mas rico del pais. Por el momento carezco de sentimientos románticos, mi carácter es pésimo diría que no soy empático con nadie, vivo para mí y para mis objetivos principales, odio la hipocresía, tengo mal carácter, pero todo es gracias a mi maldito pasado que nunca podré borrar. Soy como un lobo hambriento buscando como atrapar a su presa.
En fin, soy todo lo contrario a un buen hombre, poseo maldad en mi corazón, bueno eso pienso, pero mis padres adoptivos piensan lo contrario, gracias a ellos tengo una familia y mucho dinero, pero también gracias a mis esfuerzos en ser lo que soy un hombre totalmente diferente al que era hace 15 años.
Dejo de pensar al ver entrar a la secretaria Sara.
-Buenos días Señor Taylor, los informes de la semana están listo se los he mando a su Email. -Asiento dirigiéndole la puerta para que se retiré, Sara asiente saliendo de mi despacho, suspirando me levanto de mi silla y veo la ciudad desde el Pent-house, todos se ven pequeños ahí abajo. Riendo decido empezar mi plan y es casarme con la Hija de Don Roger del Castillo, pronto necesitare un Heredero, entre otras cosas que tengo planeado, por ahora ya ella está conquistada y está más que enamorada de mí. Cierro mi laptop y decido en que es hora de irme.
-No recibas ninguna llamada en mi ausencia -Le ordeno a Sara, la cual asiente rápido. Todos en la empresa me temen por mi mal carácter, mejor que sea eso y no un estúpido que se deje por los demás.
Al bajar del elevador veo una llamada entrante de Berenice, sin chistear cuelgo la llamada, hoy no quiero verla, a veces aburre su insistencia, mi objetivo principal se llama Andrea Del Castillo, mi futura Esposa la cual me dara mi Heredero.
Subo a mi Ferrari rojo de último modelo, prendo el Car play, Martin Garryx suena a todo volumen me pongo mis lentes de sol y salgo a todas madres de la estación. Andrea pronto seremos más que novios, pequeña, prepárate para lo que viene.
****
Aparco mi coche en la entrada de la Gran casa de la Familia Castillo, veo todo con burla, no se imaginan que pronto estarán en la quiebra, ya hice mi primer movimiento y uno de ellos es el fraude empresarial de Don Roger, pronto dormirá en la Cárcel.
Bajo mis lentes de sol y los guardo, saco el anillo de compromiso que compré en la Joyerías más cara de este país y negando lo vuelvo a guardar. Aparece el guardia de la casa y al verme abre el gran portón de acero.
-Bienvenido señor Taylor. - Asentí formalmente.
Al entrar a la gran casa, Andrea aparece sonriéndome, sus ojos verdes están iluminados, su cabello rojo la hacen ver hermosa ni decir de la ropa que viste, toda ella se ve hermosa a pesar que está más delgada de lo normal.
-¡Marcus! -Grito saltando encima de mí, la tomé en mis brazos dejando un suave beso en su sien-Pensé que no vendrías- susurra con un puchero que la hacía ver inocente.
-Ya he venido, el viaje fue largo y casi no tenía tiempo cariño.-sus ojos son hermosos y al verme son aún más, está más que enamorada de mí y eso es un buen punto para mí.
-¿Porque me ves tanto? -inquiere penosa.
-Porque eres mi bella- Respondí tomando su delicado rostro en mis manos para luego besarla como a ella le gusta.
-Andrea- La llamo su madre a lo que ella se separó de mi apenada, sonreí de lado, vaya que señora más imprudente. Quizás a ella le falta cariño.
-Lo siento madre, extrañe mucho a mi novio- mencionó mi novia. No entiendo porque le teme a esta mujer.
-Hola Señora Charlotte, me disculpo, pero es inevitable no extrañar a mi novia-replico con sarcasmo a lo que mi suegra aclaro la garganta, a los minutos aparece Don Roger se acerca todo entusiasmado sin saber lo que le espera, me saluda con una sonrisita.
-Pero que visita más interesante, ven pasa a mi despacho, es gusto tenerte aquí-Expreso mientras nos dirigimos a su despacho-Como estuvo tu viaje, has hablado con tu padre para asociarnos en los viñedos.
Vaya este señor si es un interesado, si supiera lo que planeo para su Finca de viñas.
-Sí señor, ya he hablado con él y pronto seremos socios.
-Y Familia ya que eres mi yerno.- Declaró riendo como un viejo Baboso. ¡Maldito, no sabes lo que te espera!
-Exacto y más ahora que deseo pedirle matrimonio a su hija- afirmé sonriendo falsamente a lo que él se alegró más que nunca. Sé cuál es su plan y es querer venderme a su propia hija por unos cuantos terrenos, lo escuche hablar claramente pero que no se preocupe su hija y su viñedo serán míos antes que él sea el dueño de mis tierras y lo peor es que su hija es enferma y me lo tenían bien guardado, aunque no creo que sea grave ya que la veo muy bien.
Al terminar de conversar decido en estar a solas con Andrea, aún no sé cómo empezar a pedirle que sea mi esposa, estará feliz que ni podrá conciliar el sueño. Mientras estamos abrazados en su jardín pienso muchas cosas en mi cabeza y uno de ellos es la manera en como empezaré mi venganza.
Conocí a Andrea hace un año, ella es menor que yo, tiene 22 años, aún hace lo que les dice sus padres ya que ella vive con ellos y aparte creo que es por su supuesta enfermedad, eso es lo que tengo entendido y es algo atontada, pobrecita, sin embargo, eso no me conmueve, de hecho, nada me conmueve a mí, todo me da igual. Aún no sé qué enfermedad y tampoco me interesa solo sé que no sale mucho y tampoco debe agitarse tanto, de echo casi no la veo por esa misma Razón. Fui su primero novio y si no la he llevado a la cama, creo que ni estoy interesado ósea no me provoca apetitoso por el momento, aunque la carajita es muy bonita.
En fin, mis deseos sexuales los quito con Berenice, pero ya me aburrí de ella y antes de ella tenía a alguien, pero no, por ahora no quiero pensar, lo que si debo pensar en cómo será mi boda y que pasará mientras estaré en mi luna de miel. Río sin ser consiente que Andrea me observa atónita.
-¿Que sucede?
-Estas muy ido, te he hablado y no me estas prestando atención-bese sus suaves labios para apaciguarla, sus ojos verdes son tan profundos, que no sé cómo interpretarlos, ella me observa dudosa.
-Lo siento mi bella, he tenido días cansados y al estar a tu lado es sentir paz, entonces quede en un estado de calma quizás quede dormido con los ojos abiertos-miento intentando ser burlón.
-Lo siento es que te vi muy pensativo, mientras tenías una sonrisa estampada en tus labios.
-Andrea-susurre besándola de nuevo, busco el anillo que guarde en mi saco, tomo sus manos alejando mis labios de los suyos le digo- ¿Quieres casarte conmigo?
Sus ojos verdes están aguados, me imagino que quiere llorar de felicidad, que tonta.
-De verdad quieres que sea tu esposa- asiento besando sus manos.
-Porque lo dudas cariño, ya no quiero estar alejado de ti.
-Es que pienso como si fuera mentira, yo tan tonta...-puse un dedo en sus labios para que ya no siga hablando, me estoy aburriendo ya.
-No digas eso, eres especial para mí y deseo estar contigo toda la vida, y tú, no deseas eso-llora bajando la cabeza y asiente. Vaya pensé que nunca se iba apurar en aceptar.
-Acepto ser tu esposa, te amo Marcus.-le coloco el anillo de diamante esmeralda al igual que el color de sus ojos, me costó Uff, mejor ni lo pienso, ella me ama, pero yo no, por lo tanto, de mi boca no puede salir esa palabra. Nos abrazamos dándonos un delicioso beso la cual sella nuestro compromiso, y de lejos puedo observar a sus padres, Doña Charlotte me ve con arrogancia y creo que me odia y Don Roger esta más que feliz, pronto sufrirán, no tiene ni idea de lo que les Espera.
*****
Llegue a mi apartamento cansado, veo a Nala echada encima del sofá, la acaricio a lo que ella ronronea.
Ya tenía ganas de dormir, ahora toca esperar que llegue el momento en que me casare con esa tonta. Con sus padres fijamos la fecha de casamiento y quise que fuera lo más pronto posible, así que en dos meses me caso. Don Roger quería que hiciéramos una fiesta a lo que negué rotundamente, no quiero nada de eso, todo lo que hago es un sacrificio del cual pienso con llevar mi plan.
Entro a la ducha mientras tanto paso más de quince minutos en la regadera, cierro los ojos y en mi mente aparece muchos recuerdos de aquellos tiempos, recuerdos que me obligue a olvidar sin embargo no he logrado hacerlo, son pesadilla que atacan el alma y el corazón.
Odio, mas odio es lo que tengo y quisiera que no fuese así. Bufando salgo del baño, seco mi cuerpo, pero el timbre de mi apartamento suena hastiándome y sé muy bien de quien se trata.
-Buenas noches cariño, me has extrañado-Niego elevando las cejas.
Berenice quien más podría ser. Sus ojos van a mi abdomen mojado por el agua, la veo y no pienso desaprovechar el momento.
Yo era apenas una joven sin rumbo, perdida entre las sombras y el frío de las calles. Mis días eran una sucesión de hambre y miseria, hasta que él apareció... dándole mucho dinero a la única persona quien pense me protegeria. Ese hombre mayor, con ojos que parecían conocer todos mis secretos y promesas que me hablaban de una vida distinta. Me llevó a su inmensa casa, un lugar que para mí era impensable, lleno de riquezas que jamás había visto, pero que, de algún modo, siempre se sentían ajenas. Con el tiempo, fui su esposa, su joya, pero también su prisionera. Los muros de aquella casa eran tanto un refugio como una cárcel, y en cada rincón sentía las miradas de sus antiguos amores, sus secretos inconfesables. Él me amaba, o eso decía, pero su amor era posesivo, oscuro, una red que me atrapaba y consumía lentamente. Ahora, me encuentro sola en esa misma casa, siendo la viuda de un hombre que dejó tanto poder como sombras. Y mientras su ausencia crece, yo también me transformo, en alguien distinta, alguien que él jamás pudo prever y empezando a luchar contra ese hombre que fue mi primer amor y ahora mi enemigo.
Arthur Zaens, multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.
Cassandra Morretti siempre ha vivido al filo, sumergiéndose en un estilo de vida desenfrenado donde el placer y el poder son sus únicas brújulas. Para ella, el dinero es solo un medio para conseguir lo que quiere, pero no es la llave de la felicidad. Con una actitud fría y calculadora, Atiende a manejar a los demás como si fueran piezas en un tablero de Aljedrez, segura de que todo en su entorno es una ilusión. Sin embargo, detrás de su fachada impenetrable, se oculta un deseo urgente. Recuperar la otra mitad de la herencia que le robó su propio padre. Para ello, necesita encontrar un marido, un hombre que esté dispuesto a entrar en su juego, aunque solo sea para cumplir con las formalidades. En el otro extremo de la ciudad, Elian Navarro, lleva una existencia humilde y agobiada. Sus días están marcados por largas horas de trabajo, luchando por proveer para su hermana menor, que nació con una discapacidad que requiere cuidados constantes. Elian ha renunciado a sus propios sueños, enfocado únicamente en asegurar que su hermana tenga una vida digna. Pero con las cuentas acumulándose y las opciones agotándose, el dinero se convierte en una necesidad apremiante, una carga que lo aplasta cada día un poco más. Cassandra necesita un esposo. Elian necesita dinero. Dos vidas que aparentemente nunca se cruzarían, pero que el destino, con su irónica sabiduría, está a punto de entrelazar de manera inesperada. ¿Qué sucederá cuando sus caminos se crucen? ¿Será este un pacto puramente transaccional o se esconderá algo más bajo la superficie?
No llegue a imaginar que la vida sería tan difícil de sobre llevar, sin embargo, veo que a muchas personas la va bien y a mí me va como si no era mi destino pertenecer en la tierra de los humanos. Primero debo soportar la mirada lasciva de los hombres, segundo batallar con lo que me acompleja a diario y tercero soportar estar junto a esa mujer del cual debo estar agradecida a pesar de la vida tan miserable que llevo viviendo junto a ella. Pero no todo es tan malo no después de a ver conocido a ese Hombre que, a pesar de parecer malo, odioso y cretino, es un ángel que necesitaba para lograr sentir que por lo menos puedo sonreír con sinceridad y agradecer a Dios por mandarme a la tierra a pesar de haber sido abandonada como un pobre cachorro sin hogar. Mi nombre es Bella. Puedo calificarme como una persona sencilla, y humilde. He pasado por circunstancias muy duras en la vida, pero sigo aquí intentando sobrevivir y ganar la batalla de la dura vida que llevo desde que tengo memoria.
Durante mucho tiempo creí que mi vida sería un jardín de rosas. Imaginaba días soleados, perfumados con el dulce aroma de la felicidad, y noches adornadas con estrellas que iluminarían mi camino. Sin embargo, la realidad me presentó algo muy diferente. En lugar de pétalos suaves, encontré espinas que se clavaban en mi piel, hiriéndome no solo por fuera, sino desgarrándome el alma con cada paso que daba. Mis ilusiones se desmoronaron una a una, dejándome sola en la oscuridad que nunca busqué ni deseé. Esperaba que mi existencia estuviera decorada con luces de alegría, pero, en cambio, me encontré atrapada en un pozo profundo de dolor y decepción. Vivía como una prisionera en mi propio infierno personal, donde cada decisión que tomaba parecía pertenecer a alguien más. Era como si todo lo que hacía estuviera diseñado para complacer a otros, para cumplir con expectativas que jamás me dieron la oportunidad de ser yo misma. Me sentía como un títere, forzada a mostrar sonrisas vacías, mientras por dentro mi alma se ahogaba en lágrimas que nadie veía. Cada sonrisa que esbozaba era una máscara, una fachada para ocultar el sufrimiento que me consumía poco a poco. Pero, con el paso de los años, algo cambió. En medio de esa oscuridad constante, una pequeña luz comenzó a brillar. Fue sutil al principio, casi imperceptible, pero poco a poco fue creciendo. Lo vi de nuevo, y fue como si el tiempo se desvaneciera y regresara a ese primer encuentro, cuando mis sueños aún estaban intactos. Su presencia me devolvió algo que creía perdido para siempre, la esperanza. Fue como si, en medio de mi desolado jardín de espinas, empezaran a brotar pequeñas flores, tímidas pero llenas de color. Mi corazón, herido y cansado, comenzó a creer que quizás, después de todo, las sonrisas que tanto había fingido un día podrían ser genuinas. A pesar de este destello de esperanza, no puedo engañarme a mí misma. La luz que vi en él, la paz momentánea que sentí en su compañía, puede no ser más que un sueño efímero, un espejismo en el desierto de mi realidad. Porque, desafortunadamente, mi vida sigue siendo lo que siempre ha sido, una lucha constante entre lo que deseo y lo que me ha tocado vivir.
"En la protección inesperada, el amor puede florecer en los lugares más insospechados" Alberth, un empresario prestigioso y multimillonario, enfrenta una difícil decisión cuando su mejor amigo fallece en un accidente, dejándole la responsabilidad de cuidar a su hija de 18 años, Valeria. Dejando un video póstumo. Valeria solo puede heredar la fortuna de sus padres si se casa con Alberth Sandoval, una condición impuesta por su difunto padre para protegerla. De aquellos que la persiguen. Inicialmente reacio a la idea, ya que el tiene su novia, Alberth se da cuenta de que la única manera de evitar que los codiciosos tíos de Valeria se apoderen de su herencia y la alejen de su libertad es aceptando el insólito acuerdo. Sin otra opción, Alberth acepta casarse con la joven diminuta, pese a la diferencia de edad y las complicaciones que esto conlleva. A medida que viven juntos, Alberth y Valeria deben navegar las complejidades de su inusual matrimonio, enfrentando tanto los desafíos familiares como sus propios sentimientos.
"Tú necesitas una novia y yo un novio. ¿Por qué no nos casamos?". Abandonados ambos en el altar, Elyse decidió casarse con el desconocido discapacitado del local de al lado. Compadecida de su estado, la chica prometió mimarlo una vez casados, pero no sabía que en realidad era un poderoso magnate. Jayden pensaba que Elyse se había casado con él solo por su dinero, por eso planeaba divorciarse cuando ya no le fuera útil. Sin embargo, tras convertirse en su marido, él se enfrentó a un nuevo dilema: "Ella sigue pidiéndome el divorcio, ¡pero yo no quiero! ¿Qué debo hacer?".
Hace siete años, Emerald Hutton dejó a su familia y sus amigos para ir a la escuela secundaria en Nueva York con el corazón roto, solo para escapar de una persona: el mejor amigo de su hermano, a quien amaba desde el día en que la salvó de los matones cuando tenía siete años. Herida por el chico de sus sueños y traicionada por sus seres queridos, Emerald enterró los pedazos de su corazón roto en el rincón más profundo de sus recuerdos. Siete años después, tuvo que regresar a su ciudad natal después de terminar sus estudios universitarios. Su corazón se convirtió en una fría piedra, vacío de amor y cayendo en el olvido que una vez latió por un hombre. Traumatizado por su pasado, Achilles Valencian se había convertido en el hombre al que todos temían. Los golpes de la vida habían llenado su corazón de una oscuridad sin fondo. Y la única luz que lo había mantenido cuerdo era una chica con pecas y ojos turquesa que había adorado desde siempre, la hermana pequeña de su mejor amigo. Después de tantos años, cuando finalmente había llegado el momento de capturar a su presa en su territorio, Achilles Valencian comenzará su juego. Un juego para reclamar lo que es suyo. ¿Podrá Emerald distinguir la diferencia entre el amor y el deseo, y evitar la peligrosa ola que una vez la arrasó para mantener su corazón a salvo? ¿O caerá en la trampa? Nadie jamás pudo escapar de las manos del hombre y él siempre obtiene lo que quiere. Y ese juego se llama: 'La Trampa de Ace'.
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Zen Luo, un joven y prodigioso patrón del clan Luo, perdió todo lo que apreciaba durante una pelea interna de la familia provocada por la codicia. Y después de eso fue esclavizado, pero al mismo tiempo, los impulsos de la venganza se calentaron a fuego lento. Nació una leyenda cuando, gracias al trabajo duro y la determinación, se convirtió en un arma poderosa. ¿Finalmente tendría éxito en vengar a su padre? ¿Llegaría al destino de la inmortalidad? ¿Qué pasaría con los que tratan de matarlo? ¡Lea esta historia y descúbralo!
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