her
ce
a que antes, tan solo unos meses atrás, me hubiese hech
in duda ha generado en mí, tantas cosas, cuando he escuchad
or. Me araña de manera cruel y me deja sin respiración, pero
no puedo apartar la vista de los ojos del hombre que amo, el mismo que me busca
ejo rápidamente de la marea de invitados que aún celebran su unión y me decanto por volver a la habitación que me
corta la respiración. Preparo mi maleta con las pocas prendas que traje para la boda y me siento para busc
la noche más, y menos cuando Jayden se marchará a su luna de miel en pocas horas. Maldigo para mis adentros cuando me doy cuenta de
yd
hó en cuanto los labios de Mónica tocaron los míos y todo el mundo se puso de pie. O al menos es ahí cuando la p
trecho pasillo hacia el salón principal. Rápidamente alcanzo a ver el inicio de las escaleras y una vez que llego
r, que no se trata de las quejas absurdas de Mónica, ni mi total falta de interés por nue
a cama de hospital, me juré que la protegería de todo esto, pero al ver su rostro mientras aceptaba como mía a otra mujer supe que había fracasado. Mó no tend
shb
ustará escuchar, si tanto amas a tu Katy claro está -pronuncia su no
hacer daño a mi amiga es lo último que deseo,
respuesta facial me sorprende, no es para nada lo que me esperaba. Sus ojos verdes se oscurecen, llegando a ser casi tan negros como el ébano y me mir
a escenita-. Suelta con aire amenazador y la ira que veo en su gesto, me hace obedecer sin lugar a dudas. Si
a camarera que hasta el momento se encontraba tras la barra, se coloca
is a tomar? -dice la chica de pelo moreno y con una gran sonrisa en la cara, s
e sostenía entre sus manos cuando entré al local- ¿Y tú Jay-Jay? ¿Qué quieres?- pregunta con una sonris
da le traigo su
nica, en cuanto Sandra se aleja lo suficiente de nue
n en los míos antes de
ido Jay-Jay -suelta con tanta norma
imposi
gresa con una nueva taza cargada de café para ella -y si esa ma
de que se atreva a decir algo peor sobre Kate -¿Está
iva que no me gusta en absoluto -¿No lo ves? Todo esto lo hago por ti.
a, lo último que quiero es tener una pelea con Mónica, por
osa. Estoy completamente seguro de que cualquier
quier otro hombr
ue pase. Detén esta locura Mónica, eres mu
, ¿no lo ves? Me ganarás como tu mujer. Somos el uno
-exclamo con una amargura que me es imposible ocultar-la amo
, pero sin Kate... Sin
la reconozco, jamás la he visto con ese ges
rruinar cada cosa que le sea de importancia a esa estúpida, si es eso lo que se necesita para que estés a mi lado. Si no quieres que tu preciada Kate sufra.
ratas d
y dejaré en p
o que está saliendo de tu boca. Tú no eres así, tú
o verme ni aunque estaba justo a tu lado. Pero ahora p
ar? -pregunto alterado
insinuo nada, más bien te lo estoy advirtien
ambas manos contra la mesa, provocando que los otros c
te lo pienso permitir. Tú no vas a hacer nada -le digo
den. No me pongas a prueba -es lo último que llego a
e Fla
enterado... -hace una pequeña pausa y mira a nuestro al rededor como si estuviera a pu
e a estar siempre a tu lado -pronunci
illo que viste su dedo, el cuál ella misma eligió po
her
nto es irme de aquí sin ninguna interrupción, regresar a casa y olvidar este terrible día. Camino hacia el mismo coche que ayer me
e acaba de partir en mil pedazos mi corazón-
ió a mi lado. A pesar de que su traje sigue tan impoluto como momentos antes de la ceremonia, su pelo está revuelto, su rostr
en un susurro con la poca fuerza qu
un momento, te lo puedo explic
to como algo se rompe dentro de mí. Me suelto de su agarre y pongo la me
s que te pueden hacer más daño Jayden. Y
e yo
marcha atrás-. Me alejo de Jayden los pocos pasos que me separan del coche que espera por mí, y lo miro por encima de mi hombro una vez más -. Esto
*
barque y a lo lejos veo esperand
Pero nada de eso me detiene de llegar hasta el avión cuando veo asomar a mi hermano por la pequeña compuerta. H
mi hermano a la vez que me deja un beso
i hermano continua con su abrazo mien
*
erante, pero aún así Hudson no me suelta en todo el trayecto. Lo acababa de decidir, hoy llora