ítu
racias a la cantidad de calmantes que intentaron po
ento odio, ira, rabia y unas ganas de ll
medico y las enfermeras que entran revisando mi cuerpo como si yo fuera un puto experimento
on unas correas impidiendo que luche,
agme
atada... La figura de mi abuelo se inclina hacia a mí " ¿pero él
gment
no mi cabeza a un lado y vomitó. una enfermera entra y m
sada para gritar y
o me to
mento.
Todo me da vueltas. Tengo náuse
rme al sentir sus manos callosas bajo mi barbilla y que pasa por m
escucho su voz ronca dis
–la voz se vuelve lejana, s
se pusieron so
é dónde estoy. Gi
es ya no e
e se calle!...
inmortal
r. Quiero hablarle. ¿Qué hace aquí?
ermeve
mpre me hace mecer mi cabeza de un l
semana... siento más vivas mis heridas, , nada quita el dolor
undo real, detestando las
ir inconsciencia. Después de unas cuantas veces aprendí que si me comportaba como una psicópata volverían a atarme,
que un anciano de unos 55 años me sostiene un vaso con pajita sin tocarme. Está sentado junto a mi cama con un libro sin título en su regazo. Distingo unos
ino a la pajita y sorbo el
engo de hablar, porque ni siquiera he hablado con los médicos antes sus preguntas estúpidas. " ¿cómo te sientes hoy?" he reprimido el im
ba. Los miraba con tanto odio como si fueran l
remueve hasta quedar conforme. Levanta su libro y lo abre
ana des
lo que me dirijo a las enfermeras y me liberan con temor, me han suspendido los analgésicos y ag
libro y con la ayuda de un bastón se acerca a la mesilla para l
or de mi cama desatando las correas, en cuant
rac
da porque, así que no intentara la típica terapia psicológica de mierda que todos a
estúpidas que el doctor y las enfermeras, ni el desfile de pr
un así no pude evitar preguntar. Por la
istencia al vet
upe qué decir
s puedo moverme. Ciento ca
undos después irritada. No le qui
coge de hombros. Lo miro con el ceño
jó aquí. La enfermera, Nora, se alegró tanto que por f
eo, podría detectar un
has esta
que me hace gracia y no puedo evitar reírme. Cierro
inhalo
cargarte algo. – escucho como
a – mu
que te dej
tonces...
bro los ojos y le miró par
alia kal
marcharse – Soy el capitán Robert r
or estar aq