tra
en mi cerebr
e y giré la cabeza para mirar
animal de peluche que el n
onej
ía exactamente al que ha
eron por l
ierdo la
tre la multitud. La llamé: "¡Andrea! ¡Andre
er
te de mi maldito camino", dije en italiano
na y me di vuelta, vi a la mujer hu
no era
rriendo para alcan
rora me devolv
son
Siguió gritando. Su pelo corto era un cambio sorprendente.
siguió
car
And
s m
parecía mu
a rápidamente en dire
nombre. Lo hice una y otra ve
ue hizo fue cor
e la última vez que la vi. Y como no tenía una niña de dos años (mierda, quiero dec
había alcanzado. Aurora seguía llamánd
ina y vi que
o a otro, buscando ver dónde
spués, mi pregun
ando de soltarse del agarre de Andrea. Desde atrás, Aurora me ha
esa
os o
initivament
elo a Aurora y la había vesti
Andrea estaba doblada casi por
er
ita
ba he
stimado después de q
rriendo las escaleras destartaladas, dire
stilo antiguo. Dos pisos con una pas
r a Aurora. No disminuyó la velocidad
brazos envueltos firmemente alrededor
ad
iño también la ha
a tu mamá. ¿Está bien? Parece que
a, sin soltarme. "No,
todo. Llevé a Aurora conm
orvada. Podía ver desde a
pregunté, extendiendo mi
la apartó. Y
Luego enganché mi otro brazo alrededor de
, gritó de agonía cuando una salpicadura de l
do a mi alrededor para ver si alguie
erda. Se me acaba d
no estaba
o en
ndrea se en
Miré su
, enorme
embar
staba em
én era el niñ
bó sobre sí mismo mientra
aba el bebé
ijo dentr
Era
M
e es hora, ¿de acuerdo? ¿Por favor? ¿Por ma
á bien. Le diré a Giorgia que es hora del bebé.
en la cabeza a Aurora. "Sí, cariño.
o en las escaleras y
has preguntas dando vueltas en mi cabeza, pero
estaba intentando
u apartamento. Tomé las
lores recién cortada
rón de flores recién cortadas y varias bo
y doblarse de dolor nuevamente. Respiró a
una ambulancia. No es momento para una siesta, An
con un dolor evidente
pe y entró una pequeña mujer italiana. Habló
ó cada
o. ¿A qué distancia están? " pregun
o. Tal vez" suspiró Andrea, mientras segu
na sonrisa en la voz. Se lavó las manos mient