nte. "Sabía que te daría un hijo. Cuídalo. Y dile c

s que habían caído por mis mejillas

sita más. Entrega a Aurora a Logan y Aisha. Ellos la aceptarán. Sé que lo harán. La aman

sto a nadie ta

pequeña sonrisa tiró de sus labios ante

de re

dr

are

o y distante l

hubo p

iti

pacífico. Y ahora,

ce

fami

nto de

s ojos

ssa

endo a

s de Alessandro. Y Alessandro estaba

staba segura de habe

ier otra

egajosa, y los labios

s. El biberón se le cayó de la mano, pero el

aba en una cama, rodeada de máquinas. Todas emitiendo p

bre se deslizó detrás de mi cabeza y acercó sus

a vu

quería

ía i

stado desv

n pacíf

ida se me esca

tan pe

aravi

do

eocupa

mons

e esconderme

nte, ale

a la

hor

había

entras una devastación y un terror

ía esta

do el fina

apado del

lvado a

ado a Alessa

n esta Tierra

orar. Pero sonaba más

asustaste muchísimo. Cristo". Sus labios besaron mis mejillas y luego cuidadosame

a vu

ido. Me había ido", gimoteé, el do

, repetí una

fuerte. La cara confusa de Al

a mu

ía last

abía

ar a nadie. Y nadi

a estaba

ido. No estaba aquí. No, no, no. Cerré los o

s de

e todas

aron el aire.

cuchar otra

ría flot

a la

dr

ta mi

forma de descri

os y demasiado felices es

problema, d

o podían dej

pecialmente para ti". Aisha le tendió u

a comer esa mierda! Te dije que la alejaras de mí. ¡A

como ex m

taba de

ía que me

ía que fu

amiga. ¿Por qué no podía dejarme en paz

ro no me importaba ni un carajo. Nunca le pedí que vinie

or lo que a mí respecta". Me di vuelta hacia el otro lado.

lo

pre

e tomara a

lo

taba e

o me

vi

uponía que

estar lib

sus pastillas para

antidep

cos habían dicho que podrí

a ellos. Porque yo no t

presión post

hacer nada

vía caminaba

a Tierr

erra que Auro

nosotros es

a salvad

echo mi

egado ese trabajo a

ba h

ego

esta

a ti, ¿verdad? Estoy justo al final del pasillo". Su

arla con enojo "Ah, ya veo. ¿Y Alessandro a

rtamudeó: "No, no, por supuesto

o estuve..." mi mente dio vueltas, pensando en qué decir "¿Que tú y Alessandro

o y fue entonces cuando lo s

ba consuelo, Andrea. Todos estábamos tan angustiados porque