L
mantener la calma-. ¿Un chupón? Deben haber
fés, inspeccionándome de arriba
illa y acariciando su suave cabello castaño. Nidia es hermosa, con su piel Morena y su figura que vuelve loco a cualquiera. Debería cuidar más de ella antes de que alguien más me la arrebate. Nos despedimo
hice. Tenía un motivo importante, y no podía olvidar que mi hermana necesitaba su tratamiento, que esta vez le duraría el mes. Decidí aprovechar y comprar para dos meses, porque quién sabe cuándo podría reunir otros seiscientos dólares de n
a mi hermanita. Salí de la fila rápidamente, d
darme cuenta de que era la misma chica de la noche anterior. Hoy se veía diferente, con el cabello negro recogido en una coleta
-pregunté, a
de policía -respondió mi hermana con alegría. En serio, esto era una jodida casual
. ¿Y tú? -se presentó ella con una sonris
aún más pálido y sus ojos verdes cansados. Era increíble lo que hace el destino. Pensé que nunca más
ve mi amiguita -pregunt
ganta, nervio
o muy oscuro. Tiene un cuerpo delgado y bien formado -mencione mirando a mi herma
-preguntó, aplaudiendo emocionada. La mujer so
n de un verd
Me dio gusto volver a verte -Expreso la mujer, haciendo sonreír a mi hermana, quien
je, sincero, mientras ella
ro que nos veamos pronto, Elian -dicho esto, se mordió el labio inferior, se puso sus lentes de sol y se inc
**
SAN
es el hermano de la pequeña Angel. ¿Será cosas del destino? N
a la fila-Comen
cinas para Ariadne?
sted qué hace aquí? -me
ndole la receta que tenía en la mano. Él frunció el ceño, y antes de que pudiera decir algo, caminé h
pero en serio necesitaba las pastillas antes de que me diera una embolia o taquicardia. Me he sentido muy mal desde esta mañana, y no quiero preocupar a mi na
recibo del total de mi compra, saco unos cuantos dólares y le pago. Cierro los ojos por un momento al
ándome a pasar la fila? Necesito mis pastillas o me d
me entrega los paquetes. Le digo que se quede c
id
á Elian con su hermana
la fila te iban a lanzar
debo irme -le digo, entregándole el
por las medicinas? -Le so
es nada, s
nero y quiero pagarte. Sería in
exijo, levantando las cejas. Él ríe por lo bajo y Ariadne sonríe fel
al así nos llamas y podemos inv
aré, que no dude. Ella, feliz, grita "¡hurra!". Esta pequeña me transmite muc
la pastilla. Las manos me sudan, y la cabeza no deja de punzarme. Quiero gritar de la impotencia. Bajo la cabeza hasta el volante y lloro porque me siento como una moribunda. Quisiera tener una inmensa felicidad antes de morir, pero no confío en nadie.
tti, ¿en qué
an Navarro Necesito información precisa. Dentro de unos min
nformación necesaria. Espero que se encuentre bien. Y
ntes y luego son
ta noche -cuelgo la llamada y, sa