de la noche llenaban sus noches de lectura, pero ninguna había capturado tanto su imaginación como los rumores de extraños suc
rrer su espalda, como si su propio cuerpo le advirtiera que no debía adentrarse en ese lugar. Sin embargo, su determinación era má
no de sus movimientos. Elena aceleró el paso, su corazón latiendo con fuerza. Lo que no sabía era que estaba siendo perseguida por un hom
a atacar. Elena, al ver la formidable criatura, entró en pánico y corrió desesperada, pero su huid
oz rugido que resonó en el bosque. A pesar de la ferocidad de sus instintos, Lucian tenía un código: los humanos no de
llena de preguntas. ¿Quién era esta mujer que se había adentrado tan imprudentemente en su territorio? Y más important
n saber que este encuentro fortuito sería solo el comienzo de un
ma cómoda, pero no reconocía el entorno. Confundida, se incorporó con esfuerzo, su mente luchando por entender cómo
e de mediana edad, con una expresión amable pero preocupada, entró. V
a. ¿Cómo se siente? -
lena, frotándose las sie
la entrada del bosque y la había traído de vuelta al hotel. Al parecer, había perdid
osa por encontrar al policía que la había rescatado. En la calle principal del p
que me encontró? -preg
adora-. Me alegra ver que está bien. Tuvo suerte de que la enco
en el bosque -dijo, recordando fragmentos de su experiencia-. Pero v
de Vailia no es un lugar para andar sola, especialmente de noche. Hay hist
, la sensación de ser observada, y la figura de Lucian seguían frescas en su mente. Decidida a desentrañar l
ficial -dijo, forzando una
aventurarse nuevamente en el bosque. Decidida, se dirigió a la biblioteca local, esperando encontrar cualquier inf
las profundidades del bosque. Elena no sabía que estaba siendo vigilada, no solo por Lucian, sino por fuerzas muc
horas, se dio cuenta de que la información disponible era sorprendentemente escasa. La mayoría de los libros mencionaban al bosque solo de pasada, describiéndolo como un lugar sin explor
la sobrevivir a su incursión? Y, más importante aún, ¿quién era el rostro que medio record
la bibliotecaria, una anciana amable con gaf
el bosque de Vailia -dijo,
y... bueno, vi algo que no puedo explicar. Luego perdí el conocimiento
ias, querida, pero pocas son las verdades conocidas. Los ancianos del pueblo hablan de criaturas an
brillando con curiosidad-. ¿Y qué hay de l
lobo son guardianes del bosque, criaturas que pueden cambiar de forma para proteger su t
ad oculta en las palabras de la bibliotecaria. Agradeció la ay
al rostro que recordaba vagamente. Un rostro enigmático, pero con una mirada que par
sería ganarse la confianza de los lugareños. Sabía que debía ser cautelosa, pero su
ía y planificando su siguiente paso. Decidida, sabía que debía volver al bosque, esta ve
to, alertadas por su presencia y su creciente interés en los misterios de Vailia. Y en las sombras, Lucian también se preparab