e había sucedido, o, mejor dicho, no queria comprenderlo, ¿cómo podía ser posibl
icho noche, ese primer y único encue
o solo porque así estaba escrito en los pergaminos, algo había sucedido muchos años atrás y se había establecido que los Bach nunca pisarían el país que manejaba el clan Zhao, sin embargo el tigre blanco había llegado no solo a los dominios de los Bach, sino que a la misma residencia, y luego cuando vio lo que era, entendió la importancia de que ellos estuvieran allí, era la
e la misma edad que Mei Ling. - Mi
él es mi herman
se quejó un niño de unos 10 años que
aga. - lo increpo uno
e estos. - se quejó la niña de 10 años. - Hola, soy Dalia,
er, le has hecho ganar 100 dóla
. - rebatió la pequeña Mei viendo mal a Renzo, era la segunda vez en la noche que confundía
ach, somos quienes tenemos el poder y los demás se doblegan... - era tonto discutir con una niña, pero el hecho de
o, fue lo que llamó la atención de los demás niños que en el jardín jugaban, la habilidad con la que el delgado rubio salto po
la tuya. - solo cuando Ámbar vio el colgante que se balanceaba en e
lma le regresaba al cuerpo después de 7 años,
ía arrojado a Renzo al césped. - Pido disculpas por mi comportamiento. -
jos a Renzo y este tembló un poco, era sabido por todos
ta. - se justificó e
a la misma edad que Huang, y que también era rubio, solo entonces comprendió que estaba viendo al hijo de Aika Ming, la mujer que había asesinado al hombre que amo con su alma. -
bar respiro con fuerza, disfrutando de ver la sonrisa
jor que regresen con mamá. - los vio partir, aun atónita, sin poder decir o hacer nada, acababa de ver el amor e
ra un niño de siete años, y la niña que lo regañaba tenía 10, era más alta, además de que estaba
uisiera. - susurro mostrando una sonrisa tan
a Dalia al suelo y pateo el pecho de Renzo, cuando Walter quiso defender a su amigo, She
matar desde que había regresado del oriente, era un ser sin alma, una joya maldita, le decían algunos, pero ahora que había visto a su hijo,
a Dalia. - Será mejor que regreses con tu padre en este momento. - Jade vio a Ámbar y las cient
re, no quise se
en esta ocasión no lo pasaría por alto, no cuando su bienestar estaba en juego, pues sabia quiénes eran esos niño
comenzó a decir Renzo y
a vez, si valoras tu vida, mantén la distancia de ell
imo, pues había amenazado con una navaja a Renzo, pero solo fue eso, además de que solo er
sintió pena de él mismo, hubiera sido diez veces mejor saber s
Raiden, no era solo la belleza que el oriental desprendía, también era su forma de vestir, Huang estaba orgulloso de su
Huang enrojecieran, en cualquier otro día, pero en ese momento el rostro de Huang estaba tan ceniciento que parecía un muerto, su corazón ha
la villa Zhao lo primero que hare será buscar a mi abuelo y él ya no está. - no era me
- ¿le estaba coqueteando? Al menos eso parecía, le estaba m
puedo, mi padre p
? - Huang se pateó mentalmente, ¿Cuántos errores había come
entera que tu o cualquiera sabe quién soy, o mejor dicho a qué clan pertenezco, me deberé cambiar de universidad, sin contar qu
ra un idiota, debió perder su virginidad con Raiden, pero ya era tarde para lamentarse, seguiría con s
y sin perder tiempo en un abrir y cerrar de o
seguido lo abrazo con fuerza. - Mi brillante trueno, el más hermoso de todonificante hermano, ¿Qué te traes entre manos? - indago lue
el más fuerte y audaz. - acoto Shen segundos
de siete colas, debe querer algo de nosot
con cara de ... - la más joven de los tres
on la mirada, no les gustaba que su hermana cada día se empecinara más y más en visitar a Agustina Scott, mejor conocida como la emperatriz, querían a la colombiana, la conocían desde siem
uro Shen y Mei sabía que no
- comenzó a
n escalofrío lo recorría, conocía a Melody al igual que a Agustina, salvo que Melody era una asesina, era como una abuela para los tres y fue la encargada de enseñarles todo a estos jóvenes, la mafia
- reconoció ahora aún más afl
no comprendía que les pasaba a sus hermanos, si
ó casi a grito el rubio, mientras llevaba u
o casi con deses
quienes viajan en esta fecha para visitarnos, pero e
o tigre blanco. - Shen no lo estaba
lla Zhao, todos saben que ninguna mujer ha podido asum
comodo sus lentes y mostro su media sonrisa, que
ué c
es lo que le da