img Delirio Nocturno con el Millonario  /  Capítulo 1 1 | 20.00%
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Historia
Delirio Nocturno con el Millonario

Delirio Nocturno con el Millonario

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Capítulo 1 1

Palabras:1012    |    Actualizado en: 17/12/2024

ÓL

a

ver a verte nu

tándome como una daga helada

ciente con ella?", preguntó Lucas t

u

tuviera miedo de

ierra. Ella. Ninguno de mis hermanos quería mencionar el nombre de la mujer que había puesto mi vida patas arriba cuatro meses antes. No podía culpa

e mostraba más práctico de lo que yo estaba acostumbrado, aun

decir que

les dije, aunque muy poco de eso se debía a mis acciones

rta cerrada. La abrió de golpe y me detuvo antes de que saliera de la sala de

había enamorado perdidamente y que obviamente no quería tener nada que ver conmig

a otra chica guapa, he

eír, aunque el s

aba nerviosa. Emily había estado conmigo durante años,

terrumpirlo, pero tenía una visita y estaba muy

nta fuerza que por un momento me miró

que inten

ident

cabeza, todavía

ñí, irritado por

reciosos. Tenía acent

No

ue no quería tener nada que ver conmigo ni con

do? ¿Hace cuánto tiempo? "Mi vo

co minutos. Tal vez.

ily "dijo Luca

tenía una cita. Dijo

ores, apretando el botón con la mano. Cuando las puertas no se abrieron de i

alté varios pisos y luego di un salto gigante de un piso al otro. Cuando llegué afue

dem

cía que algo iba

lo brutales que fueran mis acciones. Me ardían los pulmones y el corazón me l

emente horrible. Me vi envuelto en una niebla horrible. Sabía que me estaba moviendo, mis piernas se sac

largo, rizado y oscuro esparcido por el pavimento del aparcamiento era reveladora. Había sangre, mucha sangre, un hombre agachado cerca de una

migo. Solo estaba

ité el pelo mojado de la cara y al ins

ujer a la que había jurado proteger con mi vida si era necesario.

me todoterreno negro entró en el aparc

a Dodge Ram

ados. Es un coche de c

luché para no arre

lo había hecho para que ocurriera un milagro. Cuando lo encontré, la ira se

bulancia ahora mi

itó uno de m

cía en un charco de sangre, con el rostro blanco. "Trai

tt.

ertos. Oh, Dios mío. "No hables, nena. Cál

ha", c

ico que podía oír era el rápido latid

urró, la noticia me golpeó fu

o... bebé. Salva

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