hombres tendidos en el suelo antes de
: ojos oscuros y una expresión estoica
vidente dolor, irradiaba una
tica, pero algo en ella vaciló. Una de sus d
e arrodilló al lado del hom
rmuró Austin
on un tono distante, pero sus
l pulso, fru
ón más urgente. Tenía un pulso débil y errático, un
oció un fino polvo medicinal sobre sus heridas sangrantes. Casi de inmediato,
pequeña pastilla
o", declaró con firmeza. "Sin un bu
temente, como si intentar
ndo terminó, escucharon unos pasos. Al girar la cabeza, ella
stin con alivio. Sus hombro
subordinados están aquí, me iré", d
abilidad. "Por lo menos dime tu nombr
io", respondió Y
más, ella ya se había ido. No po
o a la mujer que se alejaba. Una chispa
calizar el veneno sol
u precisión, su calma inquebran
tras ella permaneciera en Eighf
, pues ya estaba concentrada en
struido a medida, se detuvo frente a ella. Su pulido exterior resplandecía incluso bajo las tenues luces d
y su expresión transmitían una tranquila elegancia. "¡Señorita Harris, por fin la encontramos! Mi nombre es Sebastia
eguntó Yelena con incredulid
adres biológicos eran pobres aldea
na postura y vehículo que solo
o se enteró de su existencia, su madre se emocionó tanto que casi se desmaya. Su padre me dio
a, el hombre dio un paso adelante y
investigación de la familia Rober
a querido encontrar a sus padres biológicos. Si algui
uto y cerró la puerta con un suave chas
ave exclusivo de solo doce residencias lujosas, y cada una albe
con entusiasmo: "Señorita Harris, usted tiene un hermano mayor, Cayson Harris, y una hermana menor adoptada, Bella Harris. S
e usted nació en un hospital local. Pero ocurrió una tragedia, las circunstancias se salieron del control de sus padres y usted desapareció poco después de su nacimiento. El señor Harris la buscó
los Harris han creado un imperio y se convirtieron en la familia más rica de Eig
mientras las palabras del mayordomo desenterrab
detuvo frente a una enorme villa que pare
escena. Dos figuras salieron de la amplia entrada. Est
uavizados por una gracia discreta. A su lado, estaba una
ella y la envolvía en un abrazo feroz. "Yelena, mi querida hija", susurró con la voz temblorosa de emoción. "Por fin
onó por el innegable parecido. Fue entonces cuando juró que su hi
Donna se sentía extraño, casi abrumador. Pero había algo en esa cruda calidez
, más para tranquilizar a Donna
as lágrimas no derramadas. "Yelena, te prometo que, a
onada por las lágrimas en sus ojos. Aclarándose la garganta, afirmó con emoci
ngresaron
Tenía la mirada gacha mientras la frialdad se apo
que un ligero temblor delataba su esfuerzo. "Yelena, bienv
recido con Donna le dijo todo lo que ne
y notó que había algo ahí,
ija adoptiva. A partir de ahora, es tu hermana menor. Tu hermano Cayson está en el extranjero por negoc
relaciones complicadas y agendas ocultas, así que no se hacía ilusiones al respecto. En silencio,
ó Donna con una mirada brillante. Se desabrochó ele
stado conmigo, pero ahora
sabía que se la había regalado alguien impo
momento. Esa pulsera no solo era hermosa, sino que sin
ró con cautela. "No puedo
n día será tuyo. Solo es una mue
a ya estaba asegurada alrededor de su muñeca. La brillant
da. Sus dedos se crisparon y apretó los puños. Sus uñas se clavaron
ticia tan