guardianes ancestrales, existía una leyenda que todos los habitantes del pequeño pueblo de Valdebruma conocían pero pocos
cido por sus proezas en la caza, pero también por haber tenido un encuentro que casi le costó la vida. Una noche, mientras cazaba ciervos en el claro del bosque, Sven fue atacad
Senda de los Lobos, un antiguo camino que serpenteaba a través de los picos más altos, cubierto por una bruma que nunca se disipaba. Nadie sabía con certeza qué hab
rcara a ese lugar. Pero cuando Sven enfermó gravemente, y con su última aliento le dijo a Alarik que debía mante
en Valdebruma escaseaban, y el miedo se apoderó de los habitantes. Fue entonces cuando Alarik, decidido a encontrar una solución, recordó las palabras de
en la espalda y una pequeña bolsa de cuero llena de provisiones, comenzó a ascender por el sin
ik no se detuvo. Su corazón latía con fuerza, tanto por la emoción como por el miedo
norme, de pelaje oscuro y ojos penetrantes. Alarik retrocedió, pero el lobo no m
que su pregunta era absurda pero sintiendo
, para sorpresa de Alarik, u
de la Senda. ¿Por qué h
o por el frío como por l
ecesitamos recursos para sobrevivir. He oído que más allá de esta Se
ilencio por un momento
nada y por mí. Solo aquellos con un corazón puro y un propós
asintió,
o a arriesgarlo t
de que Alarik lo seguía. A medida que avanzaban, la bruma parecía despejarse ligeramente, r
observaba el paisaje. Allí, en medio del claro, había una cueva rodeada de árboles altos que no se parecían a ninguno que hubiese visto antes. De la cueva eme
a Alarik y lo saludó con un
la Senda. Has demostrado valor al llegar hast
ndo el peso de las mirada
a necesario -dij
u bastón y apuntó
ana vida y prosperidad. Debes llevarla de vuelta a tu pueblo, pero ten cuida
ntro, sobre un pedestal de piedra, yacía la piedra brillante, pulsando con una energía viva. Al
de la cueva y se encontró nuev
e de la Senda. Siempre que necesites nuestra ay
ainar. Las cosechas volvieron a crecer y los animales reaparecieron. La gente del pueblo,
s, y la leyenda de los Lobos de la Senda se convirtió en un símbolo de esperanza y unión en Valdebruma. Y