una semana y caminé arrastrando los pies hasta la cocina, dond
hice una mueca de dolor al sentarme en e
de tostadas con mantequilla untada encima y tocino frente a mí, mi estómago gruñó con fuerza
otra terminé en el suelo con un golpe sordo, para luego sentir cómo la sangre comenzaba a correr por mi espalda y pecho. Suspiré con pesadumbre y
mis heridas aún no sanaban ni un poco, ya que ellos siempre estaban peleando y corrien
y me dispuse a lavar la única blusa, perteneciente a Aurora, que tenía. Una vez que la sangre dejó d
al rompecabezas de 1500 piezas que me enco
ía caminando alegremente hacia mí con su abultado vi
ije volviendo a fijar mi mira
ando que me sobresaltara. -Cedri
ortesía y acomodé una pieza
, me limité a asentir. - ¿Quieres
miré, co
edric o no, solo estaba esperando a que tus her
o quiero otro castigo del Alpha por arran
ric se siente culpable
e importa un carajo. Lo hecho, hecho está. -Me encogí de hombro
e a la fuerza. Hice una mueca y ambas salimos de
e y había varias personas, en su mayoría adolescentes, frente a ella, charlando animadamente o solo fumando. La atenció
arar que me miraron de una manera poco agradable. Caminamos a través de los pulcros pasillos
na sonrisa, estrechando la mano del
presa y luego posó su mirada en mí. -Tú... -Susurró y se abal
e su escritorio y la lancé a su rostro, dándole en uno de los ojos, gruñó una maldición mientas saltaba sobre el escritor
razos en un nulo intento de que soltara al aterror
xcusé, exasperada
¿10 años? Deja ya de
entes al tiempo que bajaba con lentitud al
lo haré,
mi maldita presa, así que agradece que tengas a una bebé crecie
o, dejándolo fuera de combate. En el momento en que mis pies tocaron el piso recién pulido del pasillo, todos se abalanzaron sobre mí, sin ex
onde más criaturas me esperaban. Maravilloso. Solté un gemido de dolor al sentir un tirón en mis heridas debido al esfuerzo que estaba haciendo y me detuve
bre mí sin piedad alguna, los esquivé con facilidad y ellos cayeron encima
ecordé el cuchillo que cargaba a todos lados conmigo, lo saqué con rapidez sorprendente y lo mov
en cuenta que, sin Híbrida o algún otro cuchillo, no saldría entera, o viva, de la pelea. Miré cobre mi hombro si
ría que tragarme mi orgullo y ponerme a gritar, a men
tras saltaba encima de un árbol caído, caí sobre mis pies y rodé sobre
y discreta y te
el cuchillo hacia atrás y lo clavé firmemente en el cuello de la vampiresa que estaba por clavar sus colmillos en
, pero me alegro de verte.
aquí?-Rugió dejándom
luego de regresar a su forma humana, lo miré incrédula. -
da. -Yo dije algo totalmente d
a la mansión, diles a los g
ar de joda!
i Luna y la amenazas, mereces la mue
a, grité, furiosa, y le lancé el cuchillo al chico que me había delatado, acertando en
ostada boca abajo en el diminuto sofá treinta minutos después, pensando en qué había hecho para merecerme tal mierda de vida y recordé que yo asesinaba a lo