e, y el tiempo dentro de aquella cabaña carecía de sentido. Lo único que sabía con certeza era que estaba siendo vigilada cons
ignorar. Antes de que pudiera siquiera levantarse, la puerta se abrió de golpe, dejando entrar a un hombre alto, de complexi
una voz grave y profunda que parecía vibr
lgo en su presencia la hizo retroceder instintiv
ente, con un tono más desafian
una sonrisa que n
el heredero de la manada
ndo un rompecabezas incompleto, algo en ese nombre
quiere
, su sonrisa transformándos
e el destino quiere. Tú y yo estamos dest
que él probablemente esperaba. Si realmente fueran mates, ella debería sentirlo, ¿no? Un vínculo inquebrantable,
e -murmuró, negan
da seca, como si hubier
viste bajo la influencia de Kael por mucho tiempo. Per
confusión mezclándose con un
a por ti. No s
jos, su sonrisa desapa
avía. Mi padre lo sabía, por eso ordenó que te trajeran aquí. Kael
o detenerse. ¿Y si estaba diciendo la verdad? Su memoria seguía siendo un vacío angus
volviéndose casi persuasivo-. Pronto
e dio la vuelta y salió de la cabaña, d
territorio enemigo, y el aire mismo parecía volverse más pesado con la proximidad del
tó mientras examinaban unas
y las dudas que lo acechaban. ¿Qué estaban haciendo con Lyara? ¿Estaba herida? ¿Seguía viva?
vuelta -respondió finalmente,
a reflejaba una preocupación qu
de la cabeza las palabras de Tarek, pero algo en su interior le decía que
anera más sutil. Una mujer alta, con cabello oscuro y
ndo la bandeja sobr
, aprovechó la oportunidad pa
í? -preguntó, observand
to. En lugar de eso, la miró con
e que eres su mate porque su padre lo ha convencido
resonaron en Lyara como
y su mate? -preg
suspiro, acercán
no pueden ser quebrados ni forzados. Si no
n. Aunque no recordaba gran parte de su vida, había una
es esto? -pregun
s, mirando hacia la puerta an
Tarek, pero nuestras opciones son limitadas. Solo te diré es
bía quién era exactamente ni de dónde venía, pero sabía una cosa con certeza: no per
no parecía oscuro, Lyara comen