ura recta. Su visita estaba al frente; su mano, bien
ó en la transmisión. En la imagen, un coronel
ó una posición de descanso,
ar el evento del Doctor Baruch Díaz. Su reemplazo ya está en camino y se presentará con usted al final del
spondió Carolina sin m
presentarse el domingo a las cero ocho horas en la oficina del comandante de la Zona Militar nú
lina cuadrándose nuevamente. Lueg
ablemente el Coronel Suárez, quien había sido recientemente as
onel -respondió Carolin
energía, tomó su cesto de ropa sucia y llamó a recepción para solicitar un servic
tomes mi lugar por un momento -
eniente -respondi
co" queda a cargo -voceó p
Teniente! -respon
uien se cuadró ante ella. Luego la Teniente se dirigió al área de lavado donde ocupó una lavadora y secador
saba mientras respiraba el humo del tabaco- y
o regresando a todos a la guardia. Luego organizó sus cosas en una pequeña maleta. Cuando estaba por terminar, tomó una foto de su cajón; e
ose la fotografía al pecho- N
dad de sangre que se comprobó pertenecía al soldado eran evidencia de su muerte. Algunos sicarios confesaron sobre su deceso y revelaron que su cuerpo había sido disuelto en ácido; por eso nunca lo encontrarían. Pero Carolin
pantalón deportivo, camiseta blanca, sudadera y un par de tenis oscuros antes de dirigirse a la zona de ejercicios del lujoso hotel donde saludó a su subordinado. Tras unos
cado su cuerpo. Por un momento olvidó todo lo que tenía que hacer pero luego record
a línea recta del lado izquierdo; se maquilló con delineador de ojos, rímel, un labial natural y polvo facial. A las seis y media ya estaba
escoltas privados, pero los hombres bajo las órdenes de la Teniente Carolina revisaban a todos sin excepción. Los sentaron estratégicamente p
da y vio a Erick, su antiguo amor y candidato a la presidencia. Vestía un traje oscuro con una camisa del mismo color y zapatos de piel per
para concentrarse en su trabajo, inte
a sus espaldas; era Eric
sin darle mucha importancia aunque un es
sito habla
ahora. Estoy en servicio-res
rolina se escabullera entre la multitud. Pensó que eso sería suficiente para que la dejara
podremos ha
ervicio, l
te llegó el D
extendiendo los brazos
o verte-respondió
escabullirse nuevamente,
a persona muy dedicada a su trabajo. Nunca he
pero dice que está en servicio y no la dejas
ltó una c
para hablar con el candidato-ordenó. Luego se despidió:
el rostro de Erick mientras Carolin
jo él con su característica sonrisa e
bios carmín. Se abalanzó sobre él para darle un abrazo. Aunque esto lo incomodó, supo qu
de partir. Sin despedirse, se escabulló nuevamente entre la multitud. Ellos ni siquiera lo notaron hasta que Eri