manas
s hora! -recordó su am
sesina a través del es
l día más espec
familia. Así que sonríe, se avecina una lluvia de flashes, ate
on dureza, pero ver el reflejo triste
a debe estar radiante, llen
lógico estarlo cuando fui obl
como yo, hazlo, no busqu
aldito infeliz, al
pi
presentarse! -
la atmósfera palaciega, ella caminaba lentamente hacia el altar. Ya le dolía los músculos de la
nzable la insignificante compra de su padre? Su vestido blanco, adornado con enc
erte tan malditamente
hacia adelante era como un eco ensordecedor en su mente, record
miradas fijas en ella, como si fuera el centro de atención de un gran espectáculo. Pero detrá
azón latía cada vez más rápido, sintiendo
ien había soñado compartir su vida. Era un extraño para ella, alguien a quien apenas c
us ojos buscaban desesperadamente una salida, un rayo de esperanza en medio de la opulencia y la
arim, era ajen
n, mientras ella luchaba por contener
ta mi último respiro. Yo, Karim Ghazaleh, te tomo a ti, Juliette Rossi, como mi esposa, para amarte y
más mentirosas
sintió una corriente abrasadora, per
ue era
en la alegría y en la tristeza, todos los días de mi vida... Karim Ghazaleh,
a sintió algo extraño en su interi
n, bailaban y disfrutaban de la celebración. Sin embargo, en medio de toda esa alegría, Julieete
a estaba de solo pensa
de beber a raudales, a es
*
in parar, pero nunca cayó. Juliette deseó que se fuer
ctaminó acorralando a la p
tó empujándolo por el p
a besó con locura. Ella apenas pod
posesivo, se desvanecieron, dejando al descubierto un lado débil que hab
ea, no quiero ser como mi padre.
a, semidesnuda y con
nunca se habían permitido ver. Las lágrimas brotaban de sus ojos mientras recordaba los crím
mbio brusco, sus ojos seguían brilland
ostro, un poco vacilante, pero f
e volvió cálido, quizá solo era parte los efectos del alcohol, como no est
la virgen supo que aquel hombre estaba dañado, que podría resultar un aliciente p
s labios. Estaba dispuesta a s
era demas
mar la iniciativa y dejarse llevar, raptada por l