a de que estaba usando ropa poco abrigada para salir al exterior. Apretó las manos en un puño, se sentía impote
dolía pensar en que los momentos tan preciados que había pasado
s recuerdos que le esperaban en cada rincón, sus pasos se hicieron demasiado pesados como para movers
No deberías estar en una cita con Jasper, cómo es que tienes cha
", resopló Amelia sin rodeos. Entre ellas no existían las formalidades, eran mu
pasó? ¿Jasper no qui
esta noche y vámonos de copas, ¿te parece?". Amelia fue directo al grano, en
amiga para arreglar eso!" Courtney no la detuvo sino que la aupó: "¿Qué tal si vamos a Moon Bar? He escuchado
, entrecerrando los ojos. De hecho, ella no se había cuestionad
s de neón inundaron con sus colores la zona comercial de la ciudad. Poco a p
o solo quería emborracharse, no perdió el tiempo y caminó directo a la barra sin esperar a nadie, c
escuchó, pues no esperaba que una chica
ntorno en el bar. Había muchos hombres y mujeres bailando apasionadamente al son de la música
o varias copas de vino hasta que sintió que el rostro le ardía y un dolor le halaba el estómago hacia abajo. Evidentemente, como no habí
amablemente el cantinero cuando la
después perdió la cordura, empu
novio y en cinco años de relación
ca de ella y se detuvo cuando la escuchó decir es
ndo", sugirió el cantinero, mientras
e? ¿Y por qué no? ¡La bebida puede ayudarme a disipar el dolor! La verdad
a torpemente su corazón y al fin
l cantinero sin sab
e encargaré", dijo una
diendo a aquel hombre con su exnovio. Su llanto se intensificó cuando pensó que Jasper s
l asunto por miedo a meterse en problemas. "Señor, ya que es amigo
eguida y, sin decir nada, pagó la cuenta
bía tomado mucho, el frío le dio algo de sobriedad, así que miró al hombre frente a ella y le pr
tear y golpear en el a
ia se dejó sentir en la fría voz del hombre c
tratar de reconocer sus rasgos pero estaba oscuro y no podía ver bien. Sin embargo, como le dolía el estómago vacío
bablemente por su expresión de sufrimiento, l
pronto como el hombre apagó el auto, un mayordomo se acercó a él y dijo: "¡Señor Lucian, el
o, algo disgustado por las palabras del mayordomo. Sin embargo, cuando su vista bajó
!", gimió Amel
l doctor Chen!", le pidió al mayord
á esperando por nosotros, señor",
ombrío y espetó de mala gana: "
a un suspiro de alivio; acto seguido, Darren esbozó una sonrisa cordial
dentro de la mansión, el espacio se s
gó a sentir que la abrazaban unos brazos cálidos. Aunque quería comprobar si esa persona era Jaspe
en estaba acostándola en la cama en ese momento, la miró directo a la cara cuando ella pro
í, señor Lucian", anunció e
n, déjalo
ra a Amelia. Cuando el doctor Chen la examinó, enseguida
o demasiado distante y arrogante. Aunque había salido con varias chicas en el pasado, nunca las había llevado a su casa, sino que se encontraba con ellas
de úlceras por haber bebido demasiado sin haber comido ant
ras el informe del médico y luego le hizo un ademán al mayordomo
tación para cambiarse, pero pronto empezó a escuchar u
eguntó con las c
amo, corrió directo hacia él y le informó: "Señor Lucian, la señora no quiso co
bufó: "Ni siquiera eres capaz de lidiar con algo tan
finitivamente la mujer que yacía sobre la cama debía tener una relación muy
gua con miel, algo contrariado por el hecho d
o", pidió Luci
lo, despedí a todos días antes de su regreso". Darren Fang estaba en medio de un dilema porque no sab
con cortesía: "Darren, ya es tarde, deberías irt
abeza y se volvió, un tanto preocupado. "Señor Lucian, el señor Ni
con impaciencia y sus ojos lue
e fue, el silencio re
agua a su huésped. Respiró hondo antes de coger a Amelia entre sus brazos y, como si
su vista seguía borrosa y alzó la mano a
icientemente ágil como para evitar
la mesa de noche e inmovilizó a Amelia con una mano y le a
ue le diera de beber porque, aunque el vaso rozaba su
, pero cuando se dio la vuelta, Amelia lo agarró por el brazo y
de su voz embriagada, eso lo hizo dudar
iel primero". Su voz fría se suavizó
epintió de haberse adju
ivo porque Amelia no se tomó el agua, en vez de eso, e
ornó sombría y sintió como si estuviera a punto de colapsar. Aunque quería apartars
, Lucian la había traído hasta su mansión y, por m