ul
cialmente, el sonido de las copas chocando parecía que habían decidido algo sobre mí. Estoy cansada, intentaré dormir un poco o a
de la casa estaban cerradas con candados y contraseñas, y pasé por delante de la habitación que creía qu
si esto es o no un
n llave, para dormir un poco... Me despierto
ón se abre, la mujer ten
silencio, vacilante. Parecía tan incó
opa», murmuré, intent
a, volvió a organizar la ropa con manos tembl
bajando aquí? - aventuré, int
o respondió en voz baja
- Pareces... tan incómodo como y
erta, luego a mí, y susurró:
ción era muy grande, pe
ender. ¿Por qué estoy aquí
e tensó visiblement
para mi familia. Sin é
, algo que no
mbio? ¿Algo que la hac
uellos en los que puede confiar.
cerca, intentan
de aquí. Si sabes
evo a la puerta, y luego s
un marido
nta me s
r qué la
se dio la vuelta rápidamente, sonri
ola -le supliqué, con la voz casi quebr
esitas descansar! -
para qué? Un l
mi higiene y salgo de la habitación un rato después... No me
preparado, había
serviremos. - D
Y..
Benicio y
anta. Salgo de casa, por primera vez la veo mejor... Los niños que corren
a ellos, intentando
con ella, aún no e
er tu amiga... ¿Pu
, la misma que me trajo aquí. Me mira con m
e imbécil te ha puesto bajo su techo. ¡Benicio acabará
cho para que
el mismo desprecio e
de la casa -dijo uno de los hombres, que segura
mpiando su habitación, sacó unas sábanas y dejó la puerta abierta. Sin pensarlo, entré y empecé a mirar a mi alrede
gra, seguramente la última que se había puesto... Me di cuenta por el mismo aroma amaderado que olí cuando me retuvo la
staba en alguna página en particular. Estaba bloqueado con contraseña, y no s
tan idiota! N
el nombre: Culla del Crimine y varios nombres, apellidos y fechas de nacimiento. El polvo casi me hizo estornudar,
r, pero ¿dónde está ahora? ¿La mató él mismo porque había descubierto algo? Devolví la foto a su sitio y salí c
os de tu belleza para esta no
lla puso dos vestidos de fie
atelos!
decirme
tó, bajando la cremallera del v
muc
ella dama atrae una fiesta y u
fiesta en mi
rte de mi trabajo. ¡Le haremos
es me ayudaría a alejarme de este lugar. No puedo seguir viviendo e
con todo el circo. Durante el día, ella me preparó, me vestí como nun
iosa! ¿De ver
. - respondí
ada entró, me vio
está esperando
rando. Llevaba traje, el pelo peina
amos? -
che y estuvimos dando vueltas durante unos quince minutos hasta que llegamos a un vestíbulo que parecía gigantesco. Había montones de coches,
charlando e interactuando con todos los que encontraba. Bebí un sorbo y devolví la copa a la
ndo la atención de absolutamente todos los presentes en la
ciano que parecía alcohólico... Lo que me int
iran a mí? - pr
anarte! - replicó un ni
Esto es ridíc*l*. Creía que
io, acomodándose en su si
artas es normal para ti, ¡entonc
el futuro! Si quieres vivir, acepta las condicio
o también quiero jugar! - Todos me miraron sorprendidos cuando me
una mujer puede ganarnos en una sola
a mirada de tres hombres fija en mí, pero no por el juego en sí. Lo que esta
hombre más joven, de sonrisa arrogante, como si ya hubiera ganado antes incluso de que se hubieran repartido las cartas. Y luego estaba Benicio y su expresi
tentando ocultar mi nerviosismo. Un rey de picas y un diez de cora
no quisiera comprometerse. El joven rió suavemente y subió
iendo sus fichas con una calma que pare
tando parecer firme, pe
de picas y un siete de diamantes. Una pareja pa
de pasar su turno. El joven, con u
ando un montón de fichas al c
uí la apuesta, sintiendo los
ejo suspiró, tirando s
uizá intentando demostrar algo, anunció «a
onrió y d
no tenía ninguna posibilidad contra Benicio, pero algo dentro d
ando el resto de las
e corazones y un dos de picas. Me dio un
mirada se dirigió a Benicio. Con calma, dio la vuelta a sus cartas
patatas. Pero sus ojos estaban fijos en mí, y la sonrisa de
s de uno de los ancianos que habían estado siguiéndolo todo de
o,
elante de todos. - dijo Elis
ro bien... - Me
o! - grit
un brindis nada más firmar, ¡estamos casados! Al oír varias peticiones de beso, Benicio se acercó y me lanc
tranquilo de la fiesta y
¿Me oyes?
do mis ojos divisaron una puerta abierta, no lo dudé... Le golpeé
d*! ¡H*j*